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La microbiota

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(Por: Lionel Álvarez Ibarra)

.-Hace una semana me llegó un video que presentaba a unos investigadores quienes, utilizando una cámara de alta velocidad y rayos láseres, mostraban la cantidad de gotas microscópicas que salen disparadas al bajar el agua del inodoro; una nube que, en pocos segundos, cubre toda la sala de baño. Advierten que esas gotas contienen partículas de heces acompañadas de bacterias, y como medida higiénica, recomiendan siempre bajar  la tapa del inodoro antes de activar el flujo de agua.

Esa misma semana, me había comentado mi amiga Marcolina, que había llevado a su mamá a una consulta médica, y que el doctor le había preguntado cómo hacía ella las heces. La señora, algo despistada, le dijo que las mayúsculas las hacía con una barriguita y un rabito, al mismo tiempo que dibujaba su letra S en el aire. ¡No!, no me refiero a esas “eses” exclamó el doctor. Le pregunto por sus “heces”, las que hace con esa barriguita y esa colita. Cuenta Marcolina que ¡todos los presentes estallaron en risas!

Estos dos escatológicos relatos nos abren la puerta para hablar sobre uno de los avances más importantes de la ciencia en los últimos tiempos: La microbiota; esa comunidad de microrganismos vivos que habitan, principalmente en nuestro intestino, y que está compuesta por bacterias, hongos, virus y muchos otros parásitos. 

Pero, ¿qué relación hay entre la microbiota y la caca?

Es a través de las heces de las personas como se puede conocer la composición de su microbiota. La Dra. Nazareth Castellanos, neurocientífica española que ha dedicado años al estudio de la microbiota, le concedió una entrevista a María Talavera, la cual  pueden conseguir en YouTube (Microbiota y Salud) (1). En la entrevista, Castellanos explica que esos millones de bacterias que habitan en el intestino, interactúan con los sistemas: endocrino (¡regulan la actividad de las neuronas!), inmune y nervioso. 

Se calcula que son más de 100 billones las bacterias de la flora intestinal, entre las que deberían predominar las llamadas “buenas”. Los hábitos de vida que tienen mayor repercusión en mantener ese equilibrio entre buenas y malas, son: la dieta, el estrés, el ejercicio físico, la ingesta de medicamentos… En casos extremos, en que se ha hecho difícil recuperar una microbiota sana, los médicos han acudido al tratamiento con trasplantes fecales.  

El trasplante de heces fecales, o trasplante de microbiota fecal (FMT, Fecal Microbiota Trasplant, por sus siglas en inglés) no es nada nuevo, los primeros se practicaron a finales de la década de los cincuenta en el tratamiento de una colitis muy particular, la provocada por la proliferación excesiva de la bacteria C difficile. Ha sido en los últimos años, cuando está siendo utilizado en el tratamiento de otros trastornos. Estudios científicos habían conseguido que en muchas enfermedades, como el trastorno de déficit de atención, Alzheimer, Parkinson…los pacientes presentaban una microbiota alterada, y comenzaron a considerar el trasplante fecal con el fin de restaurar el equilibrio saludable del intestino. Castellano destaca lo eficaz que han resultado esos trasplantes en el tratamiento del autismo, logrando aliviar el padecimiento hasta en un 50%. 

Resulta graciosa la reacción y la cara que ponen algunas personas al escuchar, por primera vez, sobre los trasplantes fecales. Castellano lo atribuye, en parte, a que la gente siente su caca como algo muy personal, muy íntimo, lo que no sucede con su pis. 

En el procedimiento, una preparación de microbiota, usando heces de un donante sano, se trasplanta en el colon del paciente, a través de una colonoscopia, o con una sonda nasogástrica que va desde la nariz hasta el tracto digestivo. Las heces trasplantadas llevarían consigo una microbiota equilibrada que colonizaría el intestino del paciente, desplazando a las bacterias nocivas.

En los países en donde se están practicando estos trasplantes de manera regular, han comenzado también a proliferar los bancos de heces, instalaciones en donde trabajan con el material fecal donado por los voluntarios. Algunos bancos llegan a pagar hasta cuarenta dólares por deposición, tres veces a la semana durante dos meses. Nada mal por entregar unas heces. 

Pero, ¡aguántense!, no se emocionen, no estén llamando a sus familiares en el exterior para   decirles como ganarse unos dólares extras. El proceso de selección es muy riguroso, y las estadísticas dicen que no más del 3% de los candidatos a donantes son aceptados. 

El Dr. Mario Alonso Puig, en una de sus conferencias sobre la microbiota, nos deja dos interrogantes para reflexionar: ¿Quién hubiera imaginado, hace tan sólo unos años,  que las bacterias de nuestra microbiota, se están comunicando directamente con el cerebro a través de una serie de procesos químicos? ¿Quién diría que las fibras del sistema nervioso vegetativo están mandando información a las bacterias?

Para los médicos, las características de las heces del paciente es una información valiosa para elaborar un diagnóstico. De modo que, si ha de seguir el consejo del video, eso de bajar la tapa del inodoro antes de activar el agua, recuerde primero observar cuidadosamente las características de sus depósitos, para poder responder acertadamente las preguntas del doctor.

Lionel Álvarez Ibarra

Mayo, 2023

(1)https://youtu.be/ulAsGxT_nA0

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