Columna: Mejor Vivir
(Por: Arnaldo Rojas)
Frente a la incertidumbre y el pesimismo de muchos analistas ante el futuro de nuestro planeta y nuestra sociedad, se levanta una sorprendente interpretación que plantea que los seres humanos estamos en un momento de transición, a las puertas de convertirnos en algo más grande y maravilloso, una “nueva criatura” creada gracias a nuestra tendencia a la hipercooperación. Es decir, podemos ser mejores.
Esta es la idea central del libro Trascendencia. La evolución humana mediante el fuego, el lenguaje, la belleza y el tiempo «, de la periodista y medioambientalista inglesa Gaia Vince, quien ha formado parte de la redacción de las prestigiosas revistas Nature y New Scientist, y colaborado en BBC y Scientific American.
El libro es, en palabras de la autora, la notable historia de una evolución que le ha cautivado completamente. Todo se basa, refiere, en una relación especial entre la evolución de nuestros genes, entorno y cultura (lo que llama la “tríada evolutiva humana”). Esta tríada, que se refuerza mutuamente y contribuye por igual, crea nuestra extraordinaria naturaleza, “una especie cuyos miembros poseen la habilidad no solo de ser simplemente objetos de un cosmos transformativo, sino también la de ser agentes de su propia transformación”.
Plantea que la evolución humana esta marcada por cuatro hitos fundamentales: dominar el fuego; crear el lenguaje; adquirir la capacidad de advertir la belleza; y descubrir el sentido del tiempo. Cuatro motores evolutivos que nos han distanciado del resto de los animales.
Las principales consideraciones que Gaia Vince expone en su libro son las siguientes:
1. Toda vida se forma a partir de la materia del universo, y nosotros los humanos somos fundamentalmente un microcosmos del gran cosmos. “El agua que circula por los ríos de nuestro planeta, igual que la sangre que circula por las venas y arterias de nuestro cuerpo, tiene su origen en los cometas”.
2. La cultura humana (información aprendida expresada en nuestras herramientas, tecnologías y comportamientos) se basa en nuestra capacidad de aprender de otros y en la capacidad de expresar nosotros mismos este conocimiento. No somos, señala Vince, la única especie que ha desarrollado una cultura, “pero la nuestra es mucho más flexible: es acumulativa y evoluciona”. Es nuestra cultura colectiva, más que nuestra inteligencia individual, lo que nos hace inteligentes.
3. La extraordinaria evolución de nuestra especie ha sido impulsada por cuatro factores-motores clave: Fuego, Palabra, Belleza y Tiempo. El Tiempo, por ejemplo, pone el acento en nuestra búsqueda “de explicaciones racionales y objetivas de los procesos naturales”.
4. La autora es marcadamente optimista en cuanto al desarrollo del conocimiento humano: considera que el encuentro entre las ciencias naturales y las ciencias sociales está empezando a resolver la paradoja central de por qué somos biológicamente tan similares y nos comportamos tan diferentes.
5. Sostiene que nos encontramos actualmente a las puertas de algo realmente excepcional. “La interrelación del entorno, la biología y la cultura humana está creando una nueva criatura a partir de nuestra hipercooperativa masa de humanidad”. Nos estamos convirtiendo en un superorganismo trascendental, el Homo omnis, o simplemente Homni (una masa humana hipercooperativa).
Para concluir afirma que «solo reconociendo y compartiendo nuestra humanidad compartida en nuestro único planeta viviente conseguiremos un Antropoceno bueno y amable». Cabe recordar que Antropoceno es una época geológica poropuesta por la comunidad científica para suceder o reemplazar a la actual (Holoceno). Es decir, deberíamos evolucionar hacia un mundo mejor. El libro también es una síntesis de la investigación contemporánea en genética, antropología, paleontología, arqueología y neurología y nos invita a reimaginarnos a nosotros mismos como una especia capaz de superar la autodestrucción.
