(Por: Rubén Limas Telles)

.-Hoy más que nunca, pesa como un cajón, no haber salido a votar en las elecciones parlamentarias 2020. El chavismo, con una minoría social en franco descenso, ganó abrumadoramente la mayoría del parlamento de la Asamblea Nacional, y con esa mayoría están impulsando su concepto de revolución socialista: estado comunal.

Hoy aprobó en el seno de la Asamblea Nacional la Reforma de la Ley de Consejos Comunales. Una muestra de lo que es capaz el chavismo de hacer, contraviniendo esa norma de la democracia, que la mayoría dicta las normas y la minoría acata.

Pero más preocupante aún, es pensar que esa mayoría oficialista va a controlar el parlamento durante un año de ese nuevo presidente electo,  por el voto de todos los venezolanos. Un año en el que ese parlamento puede inclusive decidir una nueva elección presidencial.

El presidente electo en el proyecto de cambio de la inmensa mayoría del país, tendrá que lidiar con esa mayoría oficialista; no tengo dudas que algunos saltarán la talanquera, pero la mayoría, alineados en 23 años de gobierno revolucionario socialista, se mantendrá en su línea. Serán tiempos difíciles, y vendrán.

Por ello pensamos que la estrategia es acercar al pueblo, que es quien decide a un nuevo proyecto de reconstrucción del país.

No hay manera de lograr un gobierno de paz y armonía con un lenguaje de odio y confrontación.

La reforma aprobada, nos separa, y pensé dentro de mí, en una nueva mayoría lo vamos a revertir. ¿Pero ese debe ser el camino de una nueva Venezuela? ¡No!.

La nueva Venezuela no debe hablar de exclusión sino de inclusión.

Esta ley y otras muchas habrá que revisarlas en un ambiente de más equilibrio institucional.

No perdamos la esperanza de esa nueva Venezuela.

El cambio viene, es inevitable. Sí nosotros fuésemos mayoría en estas circunstancias en las que el oficialismo es mayoría circunstancial, entenderíamos la realidad y no abusaríamos de ella.

La realidad es ahorita, oficialismo es mayoría en el parlamento, pero franca minoría en la calle. Las leyes aprobadas sin consenso serán revertidas en el futuro inmediato.

¿Alegría de tísico? ¿Vale la pena gastar energía en eso?

Venezuela va a cambiar.

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