Yohana Márquez, agradece a todas las personas que aportaron un granito de arena para la operación de su padre de crianza, Vicente Castillo, quien sufrió accidente que le ocasionó desplazamiento cervical, y requería de una intervención quirúrgica de urgencia, siendo atendido en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera, donde fue operado gracias a Dios, y hoy recupera su salud.
Ante la situación, la joven escribió una palabras dedicadas a cada una de las personas que sin importar cuan fuerte es la crisis económica en sus hogares, la ayudaron a remar el barco, que un primero momento se hizo pesado, pero la carga se fue alivianando, gracias a la participación de cada vecino, amigo, familia, doctores, enfermeras, personas conocidas o no, todas nos ayudaron a mantener la fe y esperanza.
A continuación dejamos el texto de una hija desesperada y agradecida
“Quiero empezar este escrito con la siguiente frase <<Cada día trae su propio afán>> esto nos permite pensar que vivimos muchas veces planificando y eso está bien, vivimos soñando o ilusionados, y eso también está bien, pero un día llegan momentos inesperados que no has planificado, que no te hacen ilusión y mucho menos lo has soñado, simplemente LLEGAN y te pueden llenar de miedo, de desesperanza, de mucho agobio, y a pesar de sentirte así, puedes hacer pausa para reconocer a Dios presente en todo momento.
“Mi día 16 de diciembre estaba planificado, me llenaba de ilusión como sucedería las experiencia del día y hasta lo había soñado, pero unas cuantas llamadas perdidas en el móvil, me hicieron caer em estado de alarma.
“Al verificar las llamadas perdidas me percaté que había pasado algo, y lo sucedido fue inesperado, mis planes quedaron aún lado para hacer frente a la situación, sin alarmar a mis compañeros me retiré del trabajo para atender la emergencia que implicaba dirigirme a la CHET.
“Miles de pensamientos pasaron por mi mente cuando la noticia es la salud de un ser querido, mi primera pregunta fue ¿cómo haremos? Muchas veces creemos que podemos atender esta situación en familia, pero verdaderamente no podíamos solos.
Estar con mi madre y hermanos me hizo entender que no podíamos solos y sin la ayuda del resto de ambas familias, amigos, conocidos y hasta desconocidos que fueron solidarios sin pedir nada a cambio.
Mi padre de crianza había sufrido un accidente, Dios se hizo presente porque a pesar de la magnitud del siniestro había quedado vivo y sin daños colaterales que los mismos médicos no se explicaban.
Tras la realización de una resonancia y tomografía, el diagnostico decía que mi padre tenía que ser sometido a una cirugía.
Todos los que pueden leer estas palabras pueden imaginarse lo que pasó por mi mente, ¿cómo haríamos, y ahora qué nos pedirán, y si no lo pueden operar?
Fue una tormenta de pensamientos que recorrían mi mente, pero al comentarlo con mis amigos, que ahora se convirtieron en mi familia y casi hermanos, iniciaron una campaña de apoyo y solidaridad, la cual permitió llenarnos de esperanza y mayor confianza en Dios para lograr salir adelante en medio de la tormenta.
Ante esa situación, hoy me tomo el tiempo suficiente para dar Gracias, infinitas Gracias, porque el aporte de cada uno de ustedes hizo la diferencia.
El que elevó una oración, el que se dio un aporte siendo conocidos o no, siendo cercanos o lejanos, a los que difundieron el mensaje una y otra vez, el que escribió un mensajito, el que hizo las llamadas, a los médicos de la Chet que participaron en la intervención e hicieron lo posible porque mi padre saliera caminando, y a Carabobo es Noticia por el servicio público, por dar mayor validez a todo lo sucedido, los que se trasladaron de otra ciudad para ayudarnos, los que diseñaron los flyer, los que me hicieron compañía en el hospital y caminaron conmigo para conseguir los insumos, en especial a mis hijos por tener la paciencia de estar solos en casa sin mí, cuando pensaban que mis vacaciones iban a iniciar.
Todos han hecho posible que mi padre de crianza haya sido operado el día de hoy (ayer), muchas veces podemos pensar que lo que estamos dando es poco, pero les aseguro que cada granito o aporte hizo posible alcanzar la meta que vimos imposible, y una vez más reafirmo que Dios permite que lo imposible se haga posible.
Aun cuando queda todavía mucho dinero por recaudar para el tratamiento, pago de deudas adquiridas y medicinas, agradezco a todos por la confianza, continuamos con la lucha, porque esto no termina acá, seguimos recolectando dinero para sufragar pagos pendientes.
Pido a Dios por cada uno de ustedes, por sus familias, por sus trabajos para que siempre haya prosperidad, y todo lo bueno llegue a sus vidas, puedo asegurarles que aunque aún falta mucho por resolver en medio de esta situación, con su apoyo, acompañamiento y con la muestra de solidaridad y cariño seguimos avanzando en este camino que hoy nos ha tocado transitar”.
Dios los bendiga infinitamente
Viva Jesús en Nuestro corazones… Por siempre.
Yohana Márquez. Su servidora.
