En lo que va de pandemia se han perdido seis mil empleos del sector de transporte público en Carabobo.
El presidente del Sindicato, Adolfo Alfonzo, aseguró que el actual escenario dejó sin ingresos a conductores, recolectores, y personal administrativo.
Algunas de la sedes de las líneas de transporte se mantienen cerradas porque el gremio no cuenta con recursos para mantenerla.
En los últimos 10 años, la cifra de desempleo del sector es lamentable, pues alcanza las 20 mil personas.
A este problema se le suma el deterioro de las unidades. De las 12 mil que contaban en el 2011 hoy quedan cinco mil, lo que significa una reducción en la flota de más del 50 por ciento.
La cantidad que se mantiene operativa está obsoleta según las normas Covenin. Algunas de las que están paradas tienen daños mayores.
“Tenemos unidades que tienen hasta 40 años. Todo este escenario nos pone como los peores prestadores de servicio de América Latina”.
Esta situación afecta a los usuarios, quienes deben caminar largos trayectos para llegar a sus hogares, sobre todo en horas de la tarde.
A juicio del presidente del Sindicato de Transporte, es necesario que se apliquen políticas que permitan incrementar el número de la flota.
Recordó que Fontur se creó para modernizar el sector en el territorio nacional y a la fecha no ha cumplido con este objetivo.
“El organismo desvió los fondos para las carreteras y otras cosas”.
Aclaró que actualmente el gremio no cuenta con recursos para adquirir unidades nuevas y que es necesaria la ayuda del Estado.
“Los bancos no están dando créditos y cuando Fontur vendía cauchos las cantidades no eran suficientes. Se hacía escándalo publicitario, pero el alcance no era el esperado”.
Alfonzo hizo mención sobre un estudio realizado por el área de ingeniería de la Universidad de Carabobo junto a miembros de otras casas de estudio superior y dijo en este trabajo se revela la dura realidad del gremio.
Tomando algunos datos comentó que las unidades operativas laboran en horarios restringidos.
Otros números del estudio
Los pequeños y mediano operadores de transporte público se han visto en la necesidad de vender las partes de sus vehículos, para asegurar su sustento.
Del total de 2345 unidades paralizadas, aproximadamente 1903 están accidentadas por falta de repuestos. En la mayoría de casos los conductores no cuentan con las divisas para adquirir las piezas.
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