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Salario en Venezuela

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(Por: Rubén Limas)

El salario mínimo en  Venezuela, ha sido todo un acontecimiento en estos tiempos de revolución con este salario, hoy no se puede hacer absolutamente nada. El reciente aumento anunciado por el presidente Nicolás Maduro, fue de 130 bolívares y 45 de Cesta Ticket, para un total de 175 bs, lo que equivale a 40 $ (4,35), dividido por los 30 días del mes, da 1,33 $ al día, el cual está por debajo de los  1,90 $  al día que fija el Banco Mundial como línea de pobreza extrema por rango de ingresos. Ahora bien ¿quienes ganan hoy en día en Venezuela salario mínimo?

Ganan salario mínimo los empleados, pensionados y jubilados de la administración pública.  Son aproximadamente 2, 8 millones de empleados públicos en el país, y 5 millones 3 mil 900 de los jubilados y pensionados. Sí somos 30 millones de venezolanos, estaríamos hablando que  el 37% de la población concentrada en el sector público se encuentra en pobreza extrema, sí a esto le sumamos la tasa desempleo en Venezuela la cual ronda 58,3%  de acuerdo a los datos aportados por el Fondo Monetario Internacional al 7 de mayo 2021, más la de los empleados públicos, jubilados y pensionados, estaríamos hablando 95% de pobreza, datos que coinciden con el 94, 5%  de pobreza  en Venezuela según Encovi (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la UCAB y Provea. Esa son las cifras, apenas que un 5 o 6 % de la población tiene algún poder adquisitivo. Esta misma encuesta de Encovi habla de 76,6% de pobreza extrema de los hogares del país.

Ahora bien, esto no es tácitamente así, existe una alta tasa de desempleo, sin embargo muchas personas de este sector devengan algún tipo de remuneración, es el caso por ejemplo de quienes trabajan en las tareas del hogar. El que menos gana, gana 10 $ al día; jardineros, plomeros, mecánicos, por poner solo algún ejemplo.

Con este nuevo salario mínimo, según refiere la agencia EFE, se pueden comprar unos 13 productos de los 60 que contiene la canasta alimentaria básica, como un kilo de harina de maíz, arroz, azúcar, margarina, pasta, caraotas negras (frijoles), lentejas, queso, jamón, carne y pollo, además de un litro de aceite y medio cartón de huevos, insuficiente para una familia promedio de 4 integrantes. Eso sin mencionar para nada los gastos que pueden generarse por conceptos fundamentales como lo es la educación y la salud. Por ejemplo sí usted necesita ser atendido en alguno de nuestros hospitales, requiere llevar una lista de insumos médicos, quirúrgicos que rondan los 300 a 400 dólares.

Fácilmente podemos deducir, que el salario mínimo en Venezuela es insuficiente para mejorar la calidad de vida del venezolano. El esfuerzo que debe hacer el gobierno más allá de decretar un aumento salarial insuficiente, es reactivar la economía, impulsar una economía social de mercado, regresar las cientos de empresas y tierras expropiadas, pero a su vez ofrecer incentivos para ayudarlas a salir adelante, y generar un ambiente de confianza y seguridad jurídica, personal y mejoramiento de los servicios públicos. Esto solo por nombrar algunos de los aspectos que serían necesarios para una economía verdaderamente productiva, y sacar al país de la pobreza.

Desde la Asamblea Nacional intentamos hacer el mejor esfuerzo posible, para producir leyes que ayuden a la economía, pero no somos mayoría. Ellos, los colegas oficialista,  son la mayoría, y si no hay voluntad política por leyes novedosas e ingeniosas, que superen inclusive las fulanas sanciones, no podremos  avanzar en la recuperación no sólo económica, sino social del país. Leyes como la Ley de Zonas Económicas Especiales, Ley de Propiedad Industrial, Reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología recientemente aprobada, la Ley de Educación y Salud, la Ley de Emprendimiento, la Ley de Ciudades Inteligentes y la de Cuarta Revolución Industrial, todas las leyes que apunten a la reforma judicial, por nombrar solo algunas, debe ser nuestro norte.

Hay que ponerse de acuerdo en las cosas que nos unen, y dejar para el final del debate y la discusión lo que pudiera separarnos, necesitamos no solo paz, sino legislar para generar la mayor suma de felicidad y bienestar para nuestra gente. No nos dejemos engañar por la burbuja de un 6 o 5 % de la población, la inmensa mayoría necesita nuestra ayuda.

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