Claudio Rivas, secretario general de Federación de Trabajadores de la Banca (Fetrabanca), afirmó que la banca en general viene atravesando problemas, cuyas consecuencias las sufre el trabajador.
El funcionario precisó que la situación obedece al encaje legal y al hecho de que no hay intermediación financiera, lo cual se traduce en que el trabajador sufra las consecuencias, ya que no hay mejoras en el salario, que se ha carcomido a través de la hiperinflación.
“Es una situación sumamente crítica. Los dueños de los bancos han tomado decisiones de reducir nómina».
Además, aclaró que la situación que sufre el sector de la banca es general en todo el país.
Recordó que para marzo de 2019 se contabilizaban 54 mil empleos en el sector, mientras que para el mismo mes de marzo de este año, la cifra bajó a 46.500 empleos, lo que representa una disminución de 7.500 trabajadores. “Pero es porque los dueños de los bancos decidan despedir, sino porque los trabajadores a veces decide retirarse, ya que ve que en la calle hace más o por su decisión de emigrar.
“También los bancos de alguna forma llaman a los trabajadores y negocian para poder sacarlos de la nómina”, enfatizó.
Recordó que en los años 90 se tenían más de 80 bancos y actualmente se tienen 36 distribuidas en 3.134 agencias en todo el país. “Los dueños de los bancos hacen esfuerzos sobrehumanos para mantener algunos trabajadores que son medulares en la entidad financiera, otorgándoles bonos de comida y de transporte, pero el salario sigue siendo mínimo”, sostuvo en entrevista con Sandy Aveledo.
“La banca trata de hacer su trabajo pero es casi imposible hacerlo”, aseveró al citar que el efectivo es un problema del Banco Central de Venezuela.
Considera que tiene que producirse un cambio en la política económica, porque de lo contrario el sistema financiero va a colapsar.
“Un banco no puede ser solamente un dispensador de dinero, y menos ahora que no hay efectivo, porque la hiperinflación se los come, es una situación bien difícil». Insistió en que el cambio tiene que ser en la política económica, donde se flexibilice el encaje legal para que los bancos puedan ayudar a reactivar a la economía y mantenerse como fuente de empleo, ya que la situación afecta a los trabajadores”.
“Y lo estamos viviendo actualmente, ya que muchos bancos están negociando con sus trabajadores para poder mantener la nómina”, destacó.