El Gobierno de Portugal anunció la imposición de nuevas restricciones para controlar la pandemia tras la aparición de la nueva variante de coronavirus ómicron.
A partir del 25 de diciembre, se impone el teletrabajo obligatorio y se cierran las guarderías y centros de atención infantil, así como los bares y discotecas, según lo anunció el primer ministro António Costa tras la reunión del Consejo de Ministros.
El aforo en los establecimientos comerciales se reducirá a una persona por cada 5 metros cuadrados y se exigirá una prueba negativa de covid-19 para entrar en hoteles, recintos deportivos o para participar en ceremonias familiares como bodas y bautizos, así como eventos culturales. Por su parte, las autoridades garantizarán seis pruebas gratuitas al mes por persona en lugar de cuatro.
El 24, 25, 30 y 31 de diciembre y el 1 de enero será obligatorio presentar un test negativo para entrar en restaurantes, casinos y fiestas de fin de año, mientras que el 30 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero estará prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y las reuniones de más de diez personas.
Tomada de RT