En un especial de Politiks, una plataforma dedicada al análisis político, se calificó al derrame de 25 mil barriles de crudo en las costas de Morrocoy como “el mayor desastre ecológico del cual el país tenga registro en su pasado reciente”.
Esta afirmación constata con lo declarado por la Asamblea Nacional, según la cual “los daños en el país podrían extenderse por más de 50 años”.
El 08 de agosto ocurrió otro vertido de desechos, esta vez desde la laguna de oxidación de la refinería. Ante la imposibilidad de que la laguna de oxidación procese los desechos de la actividad refinadora, estos van a dar directo al mar cuando el estanque se rebosa.
Debido a la censura, un grupo de estudiantes viajaron a El Palito, en las costas de Carabobo, para documentar la tragedia, registrar el daño y evaluar cómo ha afectado el derrame la vida de los pobladores de la región.
Gabriel Cabrera, estudiante de derecho de la Universidad de Carabobo, declara que lo primero que vieron al llegar fue que el mar se había puesto tornasol, un tono similar a un arcoíris que se forma cuando se mezclan el agua con algunos hidrocarburos. También, el oleaje formaba vetas de petróleo en la playa, que quedaban allí y llenaban las piedras y la arena.
En la zona de Playa Blanca, un grupo de 400 pescadores denuncian que durante el último mes la industria se ha venido abajo. A 20 kilómetros mar adentro hay coágulos de petróleo que matan los peces que podrían servir de comida. “Eso no es gasoil, eso es petróleo, tuve que forcejear para sacar la mano de ahí”, afirma un pescador que dio su testimonio.
Otros pescadores mostraron sus guías de pesca, que se supone que son blancas, y estaban negras por las manchas de petróleo.
El 27 de agosto, el grupo volvió a viajar a la zona afectada, esta vez yendo al estado Falcón. Lo que reportan es que desde ese estado se nota menos el derrame, se forman vetas de petróleo en la costa y burbujas en la arena por la capa de aceite. Según nos revela Cabrera, el corredor turístico fue afectado.
Un hallazgo importante fue que para limpiar la playa PDVSA no ha aplicado los protocolos internacionales. En cambio, contrataron a personas de la zona para limpiarla, las cuales tomaron palas y arrimaron los grumos de petróleo de la arena hacia la carretera, ubicada a unos 100 metros de la playa. Más de un mes después, aún se ven los grumos de arena manchada en el peaje de Boca de Yaracuy ubicado en la entrada de Falcón.
Los estudiantes entregaron cartas donde se registra la situación a cinco instancias internacionales: la misión diplomática de la Unión Europea, a la CEPAL, al Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a la embajada del Reino Unido y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Gran parte de la población del litoral del Estado se ve afectada por la negligencia existente por parte del Estado venezolano sobre la estatal petrolera”, expresa una carta dirigida a la Alta Comisionada de DDHH de la ONU, Michelle Bachelet, firmada por 37 organizaciones civiles, a la que Politiks tuvo acceso.
“El derrame de petróleo a causa de las precarias condiciones de PDVSA ocurre en todo el país. Ahora mismo en el Oriente hay un tanquero hundiéndose con un nuevo cargamento altamente tóxico para el mar”, declaró a El Pitazo el diputado Luis Stefanelli.
Con nota de prensa