Al menos 4,7 kilómetros, donde había cinco pasos usados por los migrantes en el Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, fueron «cercados» por la policía fronteriza panameña para «canalizar» el flujo de los transeúntes que cruzan esa peligrosa selva en su camino hacia Estados Unidos, anunciaron este miércoles las autoridades del país centroamericano.
«Desarrollado operaciones y acciones en profundidad en la frontera con Colombia cercando más de 4,7 kilómetros, que incluían más de cinco pasos clandestinos utilizados por el crimen organizado para movilizar migrantes, con la intención de canalizar el flujo, no interrumpir el movimiento migratorio», dijo en una rueda de prensa el director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront/ Policía fronteriza), Jorge Gobea.
Agentes del Senafront han instalado cercas de púas («barreras perimetrales», según la información oficial) en varios puntos de la selva cerca de la frontera con Colombia, que tiene 266 kilómetros de longitud, donde estaban localizados esos pasos no autorizados o trochas, según imágenes suministradas por las autoridades, reseñó EFE.
En algunas de esas imágenes se ve las cercas próximas a un monolito que delimita ambos países, en medio de la frondosa naturaleza.