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LOS BEATLES Y EL CHA CHA CHA

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Columna: Mejor Vivir

Por: Arnaldo Rojas

Del 18 al 31 de diciembre de 1962 los cuatro jóvenes de Liverpool cumplieron la final de tres temporadas en la localidad portuaria de Hamburgo, Alemania. Todavìa no eran famosos y un dato curioso los vincula con Latinoamèrica.

Ese año se les vio por última vez en ese convulsionado rincón de la geografía europea donde los excesos de todo tipo se convertían en hechos normales. Aun así, al decir de John Lennon, sin esa pasantía por Hamburgo la trayectoria de Los Beatles no habría sido como lo fue de estelar, precisamente porque ese período no solo se depuró el grupo no solo en el orden físico.  La banda se ajustó y su repertorio creció. Allí dejaron de ser principiantes para la grandeza y capturar el espíritu de una generación.

Hamburgo, además les proporcionó el imprescindible contacto con las líneas melódicas extranjeras. Algunas de aquellas contagiosas melodías quedarían como himnos en actuaciones y grabaciones posteriores del grupo, mientras otras pasarían al olvido  y nunca más las tocarían.

De la estancia de Los Beatles en Hamburgo se imprimió un álbum doble en mayo de 1975, que devino en homenaje y testimonio de la época en que los cuatro jóvenes que finalmente integraron el conjunto -y sus antecesores- eran unos completos desconocidos y padecían públicos delirantes e indiferentes.

Ambos discos son considerados por la historiografía oficial de la agrupación como uno de los documentos vitales para encontrar en el tiempo el tránsito de esta hacia las galerías de la fama, desde el Reino Unido hasta los más remotos confines del planeta. Contiene 26 temas interpretados por Los Beatles  (todos en Hamburgo)  de los cuales dos responden al talento creativo demostrado con creces por John Lennon y Paul McCartney: «I Saw Her  Standing There»  y «Ask Me Why».

Ese material discográfico se realizó con grabaciones de actuaciones que hicieron Los Beatles en el club Star  de la ciudad germana, aunque también se presentaron  en los llamados Top Men, Indra y Keiserkeller, entre otros.

Para los conocedores de la vida y obra del cuarteto de Liverpool, existen elementos históricos, autobiográficos o musicales conocidos. Pero hay un detalle curioso desconocido por el gran público y es el siguiente:  La décima canción que aparece en ese álbum, entre las interpretadas por Los Beatles, en el club Star, es la famosa composición «Bésame mucho» de la mexicana Consuelo Velásquez, uno de los temas que ha dado la vuelta al mundo.

Sin embargo, y he aquí lo novedoso,  lo inédito quizás, es el arreglo musical de la canción elaborado por Los Beatles, quienes intentaron llevarlo a ritmo de Cha-cha-chá, según reveló el propio Lennon al presentarlo una de aquellas azarosas noches en el citado puerto alemán.

El llamado álbum «Beatles Live at The Star Club of Hamburgo», no solo está conformado por las interpretaciones de Los Beatles en el mencionado local  sino que incluye -entre una canción y otra- comentarios del animador, palabras introductorias de Lennon o McCartney, gritos, aclamaciones y un sinnúmero de peticiones desde el público, la inmensa mayoría de estas en idioma alemán.

Al hacer la presentación de «Bésame Mucho» que se tomó para el disco, se escucha perfectamente cuando Lennon dice: «The next tune is especially brought for Edka, it´s a cha-cha-chá». La traducción es. “La siguiente tonada es una entrega especial para Edka, es un cha-cha-chá».  Edka, según se infiere, es el nombre de la persona a quien se dedica la canción en esa oportunidad).

De hecho, quizás ajenos y sin proponérselo- Lennon y Los Beatles hicieron un reconocimiento involuntario  al popular ritmo y, al propio tiempo, a su creador el cubano Enrique Jorrín , considerado con toda justicia,  uno de los mejores compositores latinoamericanos, autor de éxitos  bailables como «Los marcianos llegaron ya», o «La engañadora», verdaderos clásicos del Cha-cha-chá.

En cuanto a la interpretación como tal o el arreglo entregado por Los Beatles de
“Bèsame mucho” cabría una anotación final casi obligada: para quienes conocen el Cha-cha-chá, bien lejos estaban de dominar la sonoridad de ese ritmo según delata el modo ecléctico y poco ortodoxo en que lo hicieron.

Quizás sea esa la razón por la que nunca más lo intentaron al menos en vivo ni en ninguno de los discos oficiales grabados a todo lo largo de su brillante carrera. Pero nos queda la satisfacción de que un pedazo de Latinoamérica latió en el corazón de Los Beatles  a ritmo de Cha-cha-chá.

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