La parroquia Candelaria de Valencia ha caído en el olvido de las autoridades gubernamentales, sus calles y avenidas se encuentran en pésimas condiciones.
Por donde se transite se consiguen enormes troneras que ocupan toda la arteria vial, amén de las alcantarillas rotas, las bocas de visita no tienen su respectiva tapa, el alumbrado público es nulo, y los focos de contaminación por la basura se aprecia por donde quiera que se transite.
El panorama de la Candelaria es ruinoso, los habitantes de la populosa zona, no comprenden la causa del abandono gubernamental, siendo esta parroquia una de las más activas en lo que se refiere al área comercial.
Pese a que han solicitado el asfaltado de las vías y el alumbrado público, no han sido escuchados, hoy más que nunca sus calles se encuentran intransitables.
La calle Carabobo, frente al Club Valencia, perdió casi toda la capa asfáltica, los conductores transitan prácticamente sobre tierra.
La calle Andrés Bello, entre Peña y Bermúdez Cousin, cerca del templo de los mormones, está extremadamente dañada.
La calle López entre Andrés Bello y Briceño Méndez, cerca de una reconocida empresa que recarga oxígeno, se encuentra en pésimas condiciones, y en una de sus esquinas, la tapa de visita, desapareció del lugar, y fue colocado un caucho que alerta a los conductores a tomar las previsiones.
La calle Anzoátegui entre López y Plaza, cerca de una reconocida clínica, es otra de las vías que reflejan la vergüenza municipal, los vecinos, dicen estar cansados de hacer peticiones a las autoridades y hasta la fecha, no han tenido respuesta.
La calle Peña con Montes de Oca y Díaz Moreno, tiene muchos años que no le hacen un cariñito, y el asfalto tiene grandes desperfectos.
La falta de alcantarillas en la calle Sucre con Andrés Bello ocasiona interrupción en el tránsito vehicular, además pone en peligro a las personas que circulan a pie por esa vía.
Igual situación ocurre en la avenida Enrique Tejera con Andrés Bello, donde la ausencia de una rejilla podría provocar un incidente y causar daños al vehículo cuyo conductor no esté al tanto de la falta de la alcantarilla.
Indicaron que las avenidas Lara, Las Ferias y la Aranzazu, lucen su mejor cara, fueron asfaltadas, les hicieron su respectiva demarcación o señalización y las alumbraron con lámparas Led, pero a lo interno de la parroquia, donde hacen vida el maestro, el médico, el vendedor de verduras, la enfermera y la ama de casa, muestran el abandono gubernamental.
Cuando llueve las calles se convierten en enormes lagunas, el agua queda estancada y no tienen por donde fluir, ya que las rejillas de las alcantarillas se mantienen llenas de basura, situación que se torna peligrosa debido a que no se divisan los enormes huecos, lo que hace difícil transitar por las calles.
