El transporte público sigue siendo un problema de nunca acabar en Valencia, y para muestra es lo que viven a diario los ciudadanos que deben esperar horas en la parada de la esquina de la cancha del sector Ruiz Pineda en la parroquia Miguel Peña.
Inmensas son las colas de usuarios en el sitio, debido a la poca circulación de autobuses y camionetas. Desde bien temprano comienza la espera que se hace eterna por la llegada de alguna unidad, y si es que logran subirse cuando llega.
La situación es atribuida principalmente a la gasolina, ya que desde que se presentó la crisis empeoró la falta de transporte en la ciudad, sobre todo en el sur de Valencia, donde una población importante trabaja en municipios foráneos, o en el norte de la ciudad, y prefiere movilizarse a diario.
Actualmente, hay muy pocos autobuses y camioneticas, porque a la escasez de gasolina se suma la falta de repuestos no solo en la parroquia Miguel Peña sino también en Rafael Urdaneta.
En el caso de la parroquia Miguel Peña, la estación de servicio de Plaza de Toros, que es de categoría subsidiada, la llegada del combustible es intermitente. Incluso, pasó dos semanas cerradas hasta hace poco.
Tampoco llega con regularidad en la gasolinera de Las Palmas, igualmente subsidiadas, tanto que la gente no hace las colas, porque se cansan de la espera.
En la estación de servicio del Hipódromo que es Internacional a precio de medio dolar por litro, para veste viernes la cola en horas de la mañana era súper kilométrica, hasta la Plaza de Toros.