(Por: Nelson Acosta Espinoza)
A veces la literatura proporciona insumos que ayudan a elaborar una versión de los hechos reales. Desde luego desde una perspectiva fantástica. Metáforas e imágenes que ofrecen una ventana o aproximación a las circunstancias que se intentan describir. En el caso del ámbito de lo politizo este acercamiento es útil. Permite desmitificar elaboraciones y practicas que otorgan sentido a esta dimensión. Sin
embargo, es pertinente recalcar que no siempre este ejercicio es exitoso.
Bien con esta afirmación en mente podemos pasar a lo sustantivo del argumento que intentamos desarrollar. Es probable que los amigos lectores sospechen el objetivo de estas lineas: las recientes elecciones parlamentarias.
Jorge Amado laureado novelista brasileño, miembros de la Academia de las Letras Brasileñas, publico en el año 1966 una de su mas conocidas novelas, “Doña Flor y sus dos maridos”. Respetando las distancias, la trama de esta obra puede servir como alegoría a la forma como se ha constituido el parlamento.
Doña Flor, directora de una prestigiosa escuela de cocina de Bahía, se ha casado dos veces. La primera con Vidinho, un juerguista impenitente que fallece a causa de sus excesos. Su segundo esposo, es todo lo contrario de su primer marido. Se trata de un farmacéutico cuarentón, rígido y pundonoroso. Al año de esta segunda boda el espirito de su primer marido reaparece con la misma fogosidad de antaño. Doña Flor se ve en la disyuntiva de tener que rechazar o aceptar al espíritu de su primer
esposo. Decide convivir con los dos y, así, disfrutar de la sensualidad que le brinda el primero y la formalidad que le proporciona el segundo esposo.
El ejecutivo, léase la presidencia de la república, organizo el poder legislativo como Doña Flor asumió la presencia de sus dos maridos. En un primer plano, una fracción mayoritaria que regresa al parlamento después de un periodo de juergas políticas y una de “oposición” que al igual que su segundo esposo se presentan rígidos y desconectados con lo que efectivamente sucede en el país.
Desde luego, estoy interpretando un tanto arbitrariamente el resultado de las elecciones parlamentarias. No todos los parlamentarios opositores están bajo la influencia de “Doña Flor”. Se espera que algunas fracciones presenten ideas y proyectos que contesten las iniciativas del ejecutivo. En especial lo relativo al estado comunal.
Parece apropiado subrayar la necesidad de formular una nueva estrategia para enfrentar los retos que se esperan para el próximo año.
Esta demostrado que las viejas rutinas no son funcionales para la construcción de un nuevo relato que vaya al encuentro de esos desafíos.
No es vertical el esquema que debe ser aplicado. Por el contrario, las relaciones de naturaleza horizontal deben ser privilegiadas. De tal forma de garantizar el activismo de las distintas organizaciones de la sociedad civil. El protagonismo se encuentra en ese nivel a diferencia de lo acostumbrado en el pasado.
No puedo finalizar este breve escrito sin referirme a la iniciativa impulsada por los sectores democráticos. Me refiero a la Consulta Popular para rechazar al chavismo y las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre. De acuerdo a los organizadores de este evento participaron 6.4 millones de personas. Mas allá de la veracidad de estas cifras es importante resaltar la presencia activa de un numeroso grupo
de venezolanos que hacen oposición a “Doña Flor y a sus dos maridos”.
Amigos lectores, Feliz Navidad en compañía de sus familiares y amigos.
