(Por: Nelson Acosta Espinoza)
.-La situación política, económica y cultural en el país tiende a deteriorarse con el pasar del tiempo. Los últimos acontecimientos ( detención del pollo Carvajal, y recientemente la extradición a los Estados Unidos a Alex Saab) constituyen señales que indican el progresivo deterioro del régimen. Aquí cabe el refrán español que indica que » cuando el río suena piedras trae».
Rafael Ramírez en unas recientes declaraciones aportó detalles de las actividades ilícitas de este operador petrolero.En este sentido se preguntó ¿Porque el gobierno rompe lanzas se desgarra las vestiduras y utiliza los escasos recursos del país para defender a un operador privado, que se ha dedicado a hacer negocios y enriquecerse a la sombra del estado?
En su respuesta lo describió como el hombre de confianza de Nicolás Maduro desde la época de la cancillería. Esta circunstancia explica el esfuerzo realizado para obtener su liberación.
Desde luego Rafael Ramírez no escapa de la trama de corrupción que opaco a nuestra industria petrolera. Es probable que el próximo extraditado sea su persona. Al menos que llegue a un acuerdo con la cúpula gobernante.
Démosle una vuelta a la tuerca y apliquemos el dicho español a la situación política y electoral en el país. Con especial atención al despliegue electoral de los sectores democráticos.
Los problemas que confronta la oposición son de otra naturaleza. Más vinculado al hecho político que al electoral propiamente dicho.¿ Que intento significar con esta última afirmación. Veamos. Estamos frente al cierre de una etapa historica y, esta circunstancia, requiere la formulación de nuevos relatos y claves para interpretar estos nuevos tiempos que se avecinan. Hay que combatir la desafeccion democrática, o lo que es lo mismo, el sentimiento de distancia o rechazo que experimenta la ciudadanía ante las instituciones y los partidos políticos.
Insisto, «cuando el río suena piedras trae» y en nuestra venideras circunstancia electoral, «las piedras son un cierto sentimiento de desgano y abstencionismo. La oposición requiere unirse en torno a un nuevo relato que le abra horizontes al país.
Así lo entendió Rómulo Betancourt en el año 1945. La Revolución de Octubre abrió caminos a la democracia.