(Carlos Rojas Esser – NDP) Antes de la apertura de la temporada de los Brooklyn Nets contra los Golden State Warriors, el entrenador Steve Kerr, se sentó a ver un video de su ex jugador, Kevin Durant. Arrancó el juego de pretemporada de Brooklyn contra Boston Celtics y asistió a los primeros juegos competitivos de Durant desde que se rompió el tendón de Aquiles en junio de 2019.
«No sabía qué esperar dado que en realidad ha pasado un año y medio desde su último partido», dijo Kerr. «Pero no pude notar la diferencia entre verlo hace 18 meses y verlo la otra noche».
Durant se ha mantenido alejado de emitir edictos radicales, pero el martes, Kerr obtuvo un asiento de primera fila para el dominio de Durant, ya que sumó 22 puntos en una victoria de 125-99 contra su ex equipo.
Y esta vez, no fue un calentamiento de pretemporada.
Durant saltó en tiros en salto de media distancia sobre Andrew Wiggins, se elevó para lanzar golpes con una mano, pasó el balón a través de los defensores para encontrar a DeAndre Jordan en el aro y salpicó en tres. Si bien no tenía una restricción de minutos, el entrenador en jefe Steve Nash dijo antes del partido que estaría «atento» al tiempo de juego de Durant. Terminó en el suelo durante 25 minutos.
Junto con su anotación, Durant agregó cinco rebotes, tres asistencias y tres robos. Disparó 7 de 16 tiros de campo y nunca falló desde la línea de tiros libres.
Con Durant y Kyrie Irving a la cabeza, Brooklyn tomó impulso rápidamente. Los Nets saltaron a una ventaja temprana de 18-18 a principios del primer cuarto después de que Kevin Durant se disparara hacia la canasta y realizara una volcada autoritaria. Él acumuló diez puntos rápidos en el primer cuarto, mientras que Irving, que no ha jugado baloncesto competitivo desde febrero después de lesionarse el hombro, lideró al equipo con 17 puntos iniciales.
Irving, quien acertó triples casi increíblemente profundos y mostró su llamativo y característico manejo del balón, terminó con 26 puntos en 25 minutos de juego. Ni Durant ni Irving jugaron en el último cuarto.
Mientras Durant se dirigía al banco al final del tercer cuarto, su noche completa, chocó los cinco con todos los compañeros y entrenadores, pasando de la primera fila de sillas plegables a su asiento en la fila de asientos, sonriendo. Miró el marcador, como si estuviera anotando los números detrás de su regreso que se mostraban en el jumbotron, y se sacó la camiseta gris de calentamiento por la cabeza.
Con Irving a su lado, el dúo de estrellas observó cómo sus compañeros de equipo aumentaban la ventaja de Brooklyn. En un momento del cuarto, estaban arriba en más de 30. Durant aplaudió y repartió choques de manos, el siguiente paso de su regreso completo.
