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Julio Castellanos: “debemos poner fin al pacto infame de guardar silencio”

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El debate político en el municipio Libertador ha tenido un protagonista polémico y del cual tirios y troyanos han resaltado que sus formas heterodoxas de hacer vida pública no pasan desapercibidas, hablamos de Julio Castellanos, politólogo, articulista y, ahora, candidato a concejal por la Unidad Democrática. Con él conversamos sobre sus preocupaciones y propuestas de cara al próximo 21N.

Usted es señalado por algunos de ejercer ilegalmente el periodismo y su posición pública en favor de la comunidad LGBTI y del la despenalización del aborto no deja de causar escándalo ¿qué rol espera jugar en el Concejo Municipal?

JC: Sobre la acusación de ejercicio ilegal del periodismo debo decir que respeto mucho ese oficio y sería incapaz de equipararme con quienes estudiaron una profesión tan relevante, sin embargo, desde hace más de una década, el municipio Libertador se quedó sin corresponsales, sin periodistas, las emisoras radiales solo colocan música, por miedo a ser cerrados de la misma forma en que cerraron mi programa de radio al inicio del gobierno de Juan Perozo. En la actualidad, yo escribo las pocas notas de prensa que salen en medios digitales sobre los problemas de Libertador y lo hago apegado a la libertad de expresión y difusión por cualquier medio oral y escrito previsto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de Chapultepec emitida por la Sociedad Interamericana de Prensa y la propia constitución vigente que hacen de la libre circulación de ideas, información y pensamiento, más que un asunto gremial, el ejercicio de un derecho ciudadano. Lamentablemente, debo decirle a mis críticos, muchos de ellos ligados al oficialismo, que tendrán que cortarme las manos y la lengua para silenciarme. Sobre los temas ligados a los derechos humanos de la comunidad LGBTI y los derechos sociales y reproductivos de la mujer, lo confieso, creo que todos los seres humanos tiene iguales derechos, todas las personas merecen respeto y, si algo es atentatorio contra la libertad y la igualdad, es precisamente la homofobia y el machismo, esos si son auténticas lacras sociales que si dejan miles de víctimas.

¿Qué espera poder hacer desde el Concejo Municipal de Libertador si llega a ser electo?

JC: A diferencia de los candidatos del madurismo, mi equipo si tiene proyectos legislativos preparados para afrontar la responsabilidad parlamentaria con profesionalismo. En principio, deseamos aprobar una Ordenanza de Transparencia Administrativa que permita hacer de dominio público el presupuesto municipal, los programas de inversión, las estadísticas públicas y los datos patrimoniales de quienes ejercen cargos públicos. Aquí debe acabarse con el “entre bomberos no se pisan la manguera”, nada de secretos, nada de tapaderas, si un funcionario público hace algo inadecuado debe pagar las consecuencias administrativas, civiles y penales correspondientes. Por ejemplo, en 20 años, el Concejo Municipal de Libertador no efectuó una interpelación a un funcionario público, es decir, según ese récord, todos los directores municipales en 20 años, los encargados de la vialidad, la salud, la educación, la recolección de basura, todos lo hicieron espectacularmente bien. El pueblo sabe que eso no es cierto, pero durante 20 años reinó la complicidad, la conchupancia, el vergonzoso e infame pacto de silencio en el cual ser madurista era patente de corso para la corrupción, el peculado y el enriquecimiento.

¿Efectuar esas reformas no podría interpretarse como una cacería de brujas?

JC: Al contrario, el cumplimiento de la ley nos proporcionará paz. Es necesario sanar las heridas de tanto conflicto estéril, eso implica perdón y reconciliación, más no implica impunidad. Para quién a mano armada efectúa un asalto y roba un celular deseamos que sea detenido y juzgado, pues bien, para quien intenta meterse en su bolsillo el dinero público que debe usarse para la salud, la educación, la vialidad, los comedores escolares o para la atención al adulto mayor, ¿acaso también no desearíamos que sea detenido y juzgado?. Es necesario un cambio político que también permita una renovación moral y ética de la función pública.

Nota de Prensa

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