Para la mujer venezolana, el Día Internacional de la Mujer es cada vez más una fecha para la mortificación que para la celebración.
No podía ser de otra manera. Las consecuencias de las malas políticas públicas del irresponsable gobierno que tenemos han afectado directamente todos los avances y conquistas que habíamos obtenido antes, como sociedad democrática, y claro está, también como mujeres.
En efecto, las miles de empresas que tuvieron que cerrar crearon millones de desempleos no solo para los hombres, también para el empleo de mujeres; la destrucción de nuestra moneda nos afecta a todos, hombres y mujeres; la inflación es un impuesto que no distingue género, pero resulta particularmente perverso para las mujeres, porque somos una sociedad con más de un 43% de hogares monoparentales maternos, debido fundamentalmente a dos fenómenos crecientes, la deserción masculina, que lleva décadas, donde los padres se borran del hogar, y la violencia callejera, que ha venido afectando fundamentalmente a los hombres.
Por otra parte, la larga crisis venezolana afecta los valores que habíamos construido en el período democrático; como es un gobierno irresponsable, no los vive, no los promueve ni los respeta. Uno de esos valores fundamentales rotos es el respeto por la vida.
Entre las muchas formas de violar la vida nos encontramos con la falta de políticas públicas efectivas que prevengan, atiendan, mitiguen y detengan los femicidios. Ha habido un aumento escalofriante de la muerte de mujeres por violencia de género y por inseguridad en las calles. Por solo referirnos a los últimos reportes, el Monitor de Femicidios de UTOPIX.CC registró para enero de 2022, 23 femicidios en Venezuela, hechos lamentables a los que podemos sumar 13 femicidios en grado de frustración más 5 femicidios de venezolanas en el exterior; específicamente en Colombia y Chile. Las estadísticas de este Monitor arrojan el dato de 1 femicidio cada 32 horas; un aumento de frecuencia terrible, si se lo compara con 2021, que fue de 1 femicidio cada 36 horas, contra 2016, en el que ocurrió 1 femicidio cada 72 horas. Mientras más aumenta y se profundiza la crisis general de Venezuela, mayores son los eventos y situaciones lamentables para nuestra sociedad en general, incluidas nosotras, las mujeres.
Por último, el dolor de la Diáspora. Las mujeres somos las mayores defensoras de la familia; sea que tengamos maridos o sea que estemos solas, somos la fuerza que una a la familia. Pero si alguna institución venezolana ha sufrido las consecuencias de un gobierno irresponsable e incompetente, esa ha sido la familia. 7 millones de venezolanos, hombres, mujeres, niños, se han visto obligados a buscar otras tierras dónde trabajar, otros cielos dónde soñar, dónde construir un futuro que el gobierno irresponsable y fracasado de Venezuela les ha negado. Y al migrar, se han roto y separado nuestras familias, daño que debilita a toda nuestra sociedad. Frente a todo este cuadro tan triste y lamentable, hoy, ante el Día Internacional de la Mujer, solo nos queda jurar ante nosotras mismas, comprometernos profundamente ante nuestros corazones de Mujer, que vamos a aumentar nuestros esfuerzos por lograr un cambio; pero un cambio que vaya más allá de cambiar un gobierno por otro gobierno. Un cambio de visión para no volver a cometer nunca más los errores que nos trajeron a vivir esta enorme tragedia. Eso es lo más importante que las mujeres venezolanas debemos hacer hoy.
Nota de prensa
