La mañana de este miércoles, el canciller venezolano Yván Gil denunció que las autoridades de Perú están impidiendo que el avión que trae de regreso a la selección Vinotinto recargue el combustible para emprender su viaje a Caracas.
«El Gobierno de Perú comete una nueva arbitrariedad contra los venezolanos, al impedir que el avión que trae de regreso a la @SeleVinotinto recargue el combustible para emprender el regreso«, señaló Gil a través de las redes sociales.
Este nuevo incidente se suma al hostigamiento al que fueron víctimas nuestros connacionales previo al partido Venezuela-Perú que se llevó a cabo la noche de este martes en Lima.
El canciller Gil calificó esta nueva irregularidad como un «secuestro vengativo» a la Vinotinto.
«El Gobierno de Perú aplica un secuestro, vengativo a nuestro equipo, que ha realizado un extraordinario juego el día de ayer. Exigimos el cese inmediato de las agresiones en contra de nuestra selección y del pueblo venezolano, asumiendo sus obligaciones en el marco del respeto al Derecho Internacional y desechando las prácticas de xenofobia«, detalló.
La noche de este martes funcionarios policiales peruanos agredieron a jugadores de la selección Vinotinto.
El repudiable hecho ocurrió tras finalizar el choque por fecha premundialista que terminó en un empate 1-1.
Tras escuchar el pitazo final que demarcaba el fin de los noventa minutos y algo más, la selección venezolana casi a totalidad, decidió dirigirse en grupo hasta la barra de migrantes venezolanos en el estadio.
Esto, con la intensión de regalar sus camisetas al nutrido grupo de compatriotas que les acompañó durante el duelo.
Salomón Rondón, fue el único que pudo ingresar más allá de la pista de atletismo para saludar al público venezolano.
Pero cuando los demás futbolistas profesionales quisieron hacer lo mismo, una turba de funcionarios policiales se los impidió y hasta rolazos les propinaron.
Los efectivos empujaron y golpearon a los jugadores criollos, lo que generó un evidente malestar en el seno de la selección, y se inició una fuerte discusión entre los futbolistas y los uniformados.
