(Tibisus).-El sistema de cupo por lista para echar gasolina y el mecanismo del último número de la placa de los vehículos, ha permitido que los habitantes del municipio Naguanagua y áreas circunvecinas puedan abastecer de combustible en la única Estación de Servicio ubicada en la avenida vieja del municipio homónimo, sin que se genere el común desorden que se ha observado en otras gasolineras donde surten a precio regulado.
Así lo señaló este domingo Eugenio Castillo, quien se dispuso a echar gasolina para su carro, pero le tocó madrugar a las 5.00 de la mañana y hacer su respectiva cola esperando que abriera la gasolinera a las siete, pero un contratiempo con el camión cisterna retrasó el proceso, y no fue sino hasta las 10 de la mañana cuando comenzaron a distribuir el combustible.
Los primeros que abastecieron fueron 20 motorizados, luego, poco a poco, fueron pasando los propietarios de los carros.
Los funcionarios públicos con la respectiva identificación oficial, y los documentos del vehículo, también fueron favorecidos este domingo.
La paciencia se reflejó en la cara de muchas personas en cola, mientras que otros abandonaron la fila y perdieron el cupo porque pensaban que no llegaría la cisterna.
Aunque el sol y el calor carabobeño amenazaba con agotar la esperanza de las personas, hubo cientos de ciudadanos que se aguantaron en la enorme cola, y la alegría al ver llegar la cisterna también se vio reflejada en la mirada, más no en la sonrisa resguardada con el tapaboca.
De acuerdo con Eugenio Castillo, en esta ocasión, no huno desplegué militar ni policial que controlara a los usuarios, puesto que el orden, la disciplina, el celo y el respeto mantuvo la cordura de cada usuario.
La clave, según Castillo, es anotarse un día antes, y llegar con “paciencia” a esperar en la cola el camión cisterna, luego se procede a cancelar, y esperar de nuevo hasta que le toque el turno de pasar a la isla para poder surtir de combustible.
La coordinación también se observó en el gremio de motorizados, quienes ordenadamente llevan una lista y hacen respetar el turno que le corresponda para surtir del hidrocarburo y poder trasladarse de un sitio a otros, sin el trauma de esperar el transporte público.