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G4 o GD

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(Por: Rubén Limas)

.-No encontré sinceramente otra forma de titular este artículo de opinión, ya que algunos me dicen que  ni siquiera pudiera llamarse G4, más bien GD,  porque según, no se ponen de acuerdo en la estrategia a seguir y andan cada quien por su lado. Era conocido antes porque estaba integrado por AD, VP, Primero Justicia y UNT, y todos sabemos las realidades actuales, van camino al GD.
Escribí este artículo, en razón de dos preguntas que me hicieran en diferentes
escenarios, la semana pasada. El primer escenario, fue en el marco de un foro de
ciudadanos en el Centro Comercial las Palmas, en Miguel Peña, Valencia, donde a
través de una pregunta escrita se me interrogó, sí yo sería capaz de entenderme con ese grupo denominado G4. La segunda,  fue la pregunta de una nueva votante «Maria”,  quien le había preguntado a su mamá, una veterana dirigente sindical, porque algunos dirigentes del G4,  nos llamaban «Alacranes».

Todo comenzó el año pasado, cuando la posición de la inmensa mayoría de AD era
participar en las elecciones parlamentarias, salvo quizás dos o tres compañeros
secretarios generales seccionales, que no creían en las elecciones. El resto – la mayoría – estábamos inclinados a participar. De repente a mediados del año, sin consulta previa, se decide de manera unilateral no participar, y eso origina el rompimiento en AD, separándonos un grupo de dirigentes encabezados por el Secretario de Organización Nacional de aquel momento Bernabé Gutiérrez – ahora Secretario General de AD – los cuales nos distanciábamos de la línea abstencionista/subversiva y decidíamos regresar a la ruta electoral, como único mecanismo posible para salir de esta tragedia que vivimos los venezolanos.
Al romper con los intereses creados por un sector opositor que se beneficia de los
recursos del llamado » gobierno interino”,  se produjo toda una campaña de descrédito hacia quienes habíamos asumido la ruta electoral. Los calificativos de alacranes, vendidos, colaboracionistas, narcotraficantes, no dejaron de cesar en la redes y conversaciones de los Chat hacia nosotros. Argumentos tal falaces como el supuesto hecho que nos habían entregado grandes sumas de dinero, etc. No argumentaban que haríamos sino votábamos, cuál sería la estrategia a seguir, y la razón: es que no la había.

Inventaron las Consulta del 12D, y hasta ahora nadie sabe para qué. Después de electos los 20 diputados opositores de la Alianza Democrática, siguieron
con el cuento: «Esa es una Asamblea Ilegal» «No la reconocemos» «nos proclamamos
diputados infinitos» y todo ese cuento que está de testimonio en la redes.
Reflexioné con María – la joven hija de la dirigente sindical – ¿y ahora que esas personas que nos llamaron alacranes quieren participar, cómo se les llama?  Ya están en campaña, para ir a las megas elecciones del 21 de noviembre, con un CNE electo por los diputados que ellos dicen no reconocer. Exigen a ese CNE – producto de una Asamblea Nacional ilegal – según ellos – tarjetas y condiciones para participar. Propusieron candidatos a rectores en reuniones que hicieron en privado con Maduro y Jorge Rodríguez. ¿Y entonces? ¿Cómo es el cuento? 

Sin embargo, a pesar de todos los insultos e intentos de descalificar de este cada vez
más pequeño grupo, ratificamos lo dicho por nuestro compañero Bernabé, cuando dice que  estamos dispuestos a recibir en nuestras filas, a todo aquel que haya comprendido que no haber participado en las elecciones parlamentarias fue un craso error, el voto es una de las más poderosas herramientas de cambio que existen para salir de este gobierno. Pudieron haber sido dos pasos importantes en el camino a las elecciones presidenciales: las parlamentarias y las regionales. Ya perdimos un paso, pero nos queda otro también importante el 21 noviembre. Debemos construir los cimientos a través de gobernaciones y alcaldías, para desplazarlos  del poder local y regional y, prepararnos a la elección que más espera el pueblo venezolano: las presidenciales. No será nunca igual tener gobernadores y alcaldes de oposición para ir a unas elecciones presidenciales que no tenerlos.
Por lo tanto, creo que he respondido con suficiente coherencia las dos preguntas en
cuestión.  Por encima de nuestros intereses esta Venezuela, es hora de reencontrarnos y unirnos para derrotar el adversario que destruyo a Venezuela. La reconstrucción y el rescate lo podemos hacer solo con inclusión. Olvidemos nuestras diferencias pasadas, juntemos esfuerzos de todos los colores, hasta los rojos que han abierto sus ojos, serán bienvenidos. Solo unidos podremos reconstruir a Venezuela.

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