(Especial).- La expresión que repitió constantemente este miércoles, la señora Breida Natera, abuela de cinco niños huérfanos, tras la muerte de su hija producto de un derrame cerebral, fue “bendiciones, mil bendiciones para esas personas que donaron a través del voluntariado de la Fundación Dar Más Que Recibir, los alimentos, los útiles escolares y uniformes para mis nietos, los juguetes, la ropa, los zapatos, los colchones, la litera, los ventiladores, la cocina con su bombona de gas y la nevera”.
De sorpresa llegó a la humilde vivienda ubicada en el sector Bicentenario de La Guásima, municipio Libertador en el estado Carabobo, el equipo de la Fundación Dar Más Que Recibir, encabezado por Elizabeth Paredes, CEO de la ONG, quien recibió la buena pro de varias personas que de alguna manera se conmovieron al ver las imágenes y leer el reportaje que se hizo viral por las redes sociales sobre la historia de Breida Natera, sus nietos, e hijos, uno de ellos en condiciones especial.
Llegó a la humilde vivienda los donativos
El esfuerzo que se hizo para obtener los donativos materializados en la vivienda de Natera, es una muestra más del voluntariado, y de esas personas de buen corazón que se sensibilizan por la necesidad del prójimo, y sin conocerlos, mucho menos saben dónde residen, se expresaron apoyándolos para que la carga sea menos pesada.
Vale la pena destacar que la Fundación Dar Más Que Recibir no se lucra de dinero proveniente de instituciones similares extranjeras, ni venezolanas, ya que la misión es recibir donativos directamente para la causa social que lo necesita, sin embargo, se han dado casos, de connacionales en el exterior, que se pronuncian para ayudar, como el caso de la señora Natera, se realizan los trámites directamente con el comercio o tienda para adquirir los productos con el compromiso de entregarlos directamente a la persona favorecida.
Breida Natera agradeció a todas las personas que la ayudaron
La alegría en el humilde hogar se sintió tan hondamente que los niños no se desprendían de la bolsa de juguetes, se maravillaron al degustar un cambur y una mandarina, frutas que para muchos es normal consumirla, para los nietos de Breida, es inusual comerla normalmente.
Igual emoción se observó en la humilde mujer, cuando vio que por la improvisada puerta de zinc de la entrada de su ranchito llegaba una nevera y una cocina, las lágrimas inmediatamente brotaron de sus ojos y recorrieron las mejillas, sorprendida se estrujaba los párpados con las manos para despertar, tal vez, de lo que creía un sueño hecho realidad por gente bondadosa que todavía existe en el mundo.
“No conozco a esas personas que me está ayudando, pero desde aquí, le envío mil bendiciones, para Dios nada es imposible, hemos pasado días muy duros, uno de mis nietos me preguntaba qué íbamos a comer, y yo le decía que el Señor no nos abandona, hoy tenemos pasta, arroz, pollo, carne, embutidos y frutas, Dios nos abandona”, decía reiterativamente Breida Natera.
Por su parte, Elizabeth Paredes, CEO de la Fundación Dar Más Que Recibir, agradeció a todos los colaboradores y voluntarios, que se sumaron a esta noble causa. Agregó que si bien es cierto, muchas familias transitan por una situación similar a la que vive la señora Natera, Dios tocó la puerta de su casa, y recibió los donativos que muchas personas le enviaron y prefieren mantenerse en anonimato.
Una cocina nueva fue donada para la familia Natera
En tal sentido agradeció la confianza que le han dado a la institución que encabeza junto a un gran voluntariado para minimizar la necesidad de muchas familias en condiciones de pobreza extrema.
Una literas, colchones, nevera, cocina, alimentos, ropa, zapatos y juguetes llegaron a la vivienda de Natera
La alegría de la señora Breina Natera al recibir los donativos
Desechando uno de los colchones viejos donde dormían los menores de edad
La familia Natera recibió con emoción la litera y los colchones nuevos
Uniformes y útiles escolares para los niños.
Fotos: Jacinto Oliveros
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