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(Fotos-Vídeo) Arde el Cerro El Trigal y los fuertes vientos impiden que Bomberos logren minimizar el fuego

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(Fanny Gutiérrez).- Desde horas de la noche de este viernes fue reportado un incendio de vegetación en el cerro El Trigal Norte y Trigal Centro, cerca La Cruz.  Actualmente cinco focos de denso humo revelan que la candela sigue acabando con la flora y fauna de la zona.  Los Bomberos Forestales redoblan los esfuerzos por combatir el fuego y minimizar las llamas, sin embargo, los fuertes vientos de 40 a 60 kilómetros por hora impiden que el trabajo culmine con prontitud.

Extraoficialmente se calcula que las llamas han consumido entre seis a siete hectáreas en el cerro El Trigal, en sus dos vertientes.

Los  vecinos del municipio Valencia, Naguanagua y San Diego, se quejan del humo, la calima y las cenizas, que junto al abrazador sol complica la permanencia de los habitantes en sus respectivas viviendas, ya que el humo se condensa en cualquier lugar de la residencia.

Los más afectados son las personas de la tercera edad, los niños y aquellos que sufren de asma, puesto que el humo afecta las vías respiratorias y  causa irritación de  ojos, lo que conduce a un elevado número de consultas médicas a neumólogos, otorrinos y oftalmólogos.

100% de los incendios tienen responsabilidad humana

Al conversar con el experto en rescate y salvamento Jacobo Vidarte, quien se desempeña como Comisionado de la Alcaldía de San Diego para la Gestión de Riesgo, indicó prácticamente el 100% de los incendios forestales o de vegetación es responsabilidad humana.

A su juicio en este tipo de hechos puede estar involucrada la mano de conuqueros  que buscan despejar una zona con fines de siembra posterior. También existe la probabilidad de  excursionistas con poca experiencia y/o conocimiento en el manejo de fogatas.

También se dan los casos de personas que colectan latas, plástico o vidrios y que buscan, a través del fuego despejar una zona determinada.

Igualmente, existe la probabilidad de  cazadores furtivos que buscan desplazar forzosamente a ciertas especies para buscar confinarlas. Pero también es probable de los  piromaniacos, personas con desviaciones mentales que con malas intenciones encienden fuego y huyen del lugar.

El humo y cenizas  afecta a los pobladores

Vidarte agregó que cuando el  fuego no se controla se denomina «incendio», y los riesgos son: humo y sólidos con temperatura alta que se denomina hollín, que viene siendo aquellas partículas sólidas de tamaño muy pequeño (de 25 a 700 nanómetros) en su mayoría compuestas de carbono impuro, pulverizado, y generalmente de color negruzcos resultantes de la combustión incompleta o pirólisis de un material orgánico.

El experto en salvamento mencionó que entre los riesgos se encuentra la afectación a las personas con el humo, la calima o calina que se produce posterior al incendio y esta se disipa con el viento o lluvias.

Agregó que este tipo de incendios impacta directamente a la flora y fauna, lo que ocasiona una  migración forzada de especies, y posible afectación a cuerpos de agua de la zona.

Destacó que la propagación de un incendio forestal depende, entre otras cosas del viento que puede incluso hacer volar restos vegetales encendidos a zonas próximas (fuego satélites).

Agregó  que el combate de incendios forestales genera un importante desgaste de los equipos utilizados. Así como el factor humano que debe recibir todo el apoyo posible de los organismos nacionales, regionales y municipales.

Finalmente dijo que una zona impactada por incendio forestal se regenera totalmente de manera natural en un periodo aproximado de 50 años (solamente “si no ocurren incendios en ese período»).

Fotos y vídeo: Cortesía

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