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EuroCopa 2020 en lucha por la supervivencia

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(Carlos Rojas Esser – NDP) Faltan apenas 150 días para que comience la pospuesta Eurocopa 2020.

Con Europa todavía dando batalla para controlar la pandemia del COVID-19, el prospecto de Italia enfrentando a Turquía en el partido inaugural en Roma el 11 de junio parece una imagen tan distante en el horizonte que hace que sea muy difícil poder visualizarla con claridad.

Pero a pesar de la incertidumbre y la preocupación a causa del agravamiento de la situación en los países europeos, con la tasa de contagios elevándose de manera vertiginosa en muchas naciones durante el transcurso del último mes, la UEFA todavía continúa intentando elaborar un camino seguro hacia un torneo exitoso. Fuentes le han dicho a ESPN que la UEFA tiene tres posibles escenarios o formatos para la Euro 2020.

A mediados de marzo se espera una decisión final con respecto a cómo será el aspecto de la Eurocopa 2020, con el reconocimiento dentro de la UEFA que esperar hasta que se reúna el Congreso el 20 de abril sería demasiado tarde para poder dar lugar a la reorganización y resolver la cuestión de la venta de entradas — si es que se permite la presencia de público — para un torneo modificado.

El 90% de las entradas fueron vendidas antes de la pandemia y fuentes han comentado que apenas una porción «mínima» ha sido devuelta para un reembolso, dejando a la UEFA con un problema cuando, en vez de si, se impongan las limitaciones a la asistencia del público.

En estas instancias de la pandemia, y a cinco meses de que el torneo comience, lo que es seguro es que la Euro 2020 no se disputará delante de estadios repletos en las 12 ciudades anfitrionas a lo largo del continente. En el mejor de los casos, los estadios no superarán el 70% de su ocupación total, con el plan de respaldo ajustándose a un 30% de la capacidad de los mismos si los planes de vacunación no se llegan a cumplir para poder asegurar una especie de normalidad en el verano.

La tercera opción, que las fuentes dicen que la UEFA ve como altamente improbable, es un torneo jugado a puertas cerradas en un solo país, con estrictas burbujas para cada equipo como medidas de seguridad contra el COVID. Este escenario requeriría una versión más ampliada con respecto a las de temporada pasada de ocho equipos de las competencias de la Champions League y Europa League, que cerraron sus campañas en Portugal y Alemania, respectivamente, el pasado agosto.

En este momento, el fútbol en europea está teniendo dificultades para lidiar con la presión del COVID-19. En Inglaterra, el 2021 comenzó con postergaciones en todos los niveles debido al abrupto ascenso de testeos positivos. Mientras tanto en España, Barcelona pospuso los entrenamientos al comienzo de esta semana debido a casos positivos en el club.

El mes pasado, la UEFA anunció la cancelación del Campeonato Sub-17 2021 masculino y femenino – que se iba a llevar a cabo en mayo, en Chipre y las Islas Feroe, respectivamente – alegando que «las actuales situaciones epidemiológicas en muchas partes de Europa hacen que sea improbable llevar a cabo las competencias juveniles en los primeros meses de 2021». Pero después de tomar la decisión el pasado marzo de posponer la Euro 2020, fuentes afirman que una cancelación este año simplemente no es una opción viable. Se llevará a cabo, de una u otra manera, ya que el daño financiero de no hacer el torneo terminaría siendo altamente perjudicial para muchas de las 55 asociaciones nacionales de Europa, y las iniciativas y programas de desarrollo de la UEFA, que dependen de las ganancias de los torneos importantes para poder seguir funcionando.

Encontrar una manera segura y aceptable de llevar a cabo el torneo es el gran desafío de la UEFA.

¿Quién será anfitrión? ¿Y qué tan seguro será el torneo?

Todas las ciudades anfitrionas tuvieron que presentar un Plan A y un Plan B a la UEFA para mediados de diciembre, detallando sus capacidades para hacer los partidos con una capacidad de ocupación del 70% o 30%, y aclarando si podrán o no alojar a los seguidores que viajen y transportarlos pensando en cualquier potencial restricción a causa del COVID en junio y julio.

A pesar de las preocupaciones de que algunas ciudades se iban a retirar como anfitrionas debido a la pandemia, las 12 confirmaron estar preparadas para seguir adelante tal como estaba planeado, con su Plan A y Plan B listos para cuando la UEFA decida cuál será el formato del torneo. Pero si la situación con respecto a la pandemia no mejora lo suficiente como para que puedan asistir los seguidores, encontrar un país capaz — y adecuado — para llevar a cabo un torneo de 24 equipos con todas las medidas preventivas ante el COVID es un desafío que la UEFA aún no ha podido resolver.

Fuentes han comentado que hay cuatro potenciales opciones, pero ninguna está libre de problemas, ya sea desde un punto de vista deportivo o político. El país tiene que ser capaz de proporcionar instalaciones de práctica y alojamiento para 24 equipos, lo que deja a la UEFA con pocas opciones realistas.

Con el apoyo del gobierno, la Asociación de Fútbol Inglesa está preparada para intervenir como anfitriona si así lo llegasen a requerir. Wembley será sede de siete partidos, incluyendo las semifinales y la final, mientras que Hampden Park en Glasgow, que está apuntada para tres partidos de fase de grupos y uno de octavos, también podría quedar dentro de un torneo más amplio haciendo una burbuja dentro del Reino Unido. Pero con el Reino Unido en este momento con la tasa más alta de contagios y fallecimientos en Europa, combinada con las implicaciones del Brexit, la UEFA se verá complicada para vender a Inglaterra, con Escocia, como anfitriones.

Francia, como país anfitrión de la Euro 2016, y Alemania de la Euro 2024, también están siendo considerados teniendo en cuenta la infraestructura y estadios de fútbol que hay en cada país, pero Francia está segunda detrás del Reino Unido en cuanto casos positivos de COVID-19, y ha habido poco entusiasmo dentro del país para encargarse de la tarea de ser sede de otra Euro. Mientras tanto, con Alemania también será difícil ya que el país enfocado en ser sede de las finales de 2024.

Rusia, anfitrión de la Copa del Mundo de 2018, es la cuarta opción, con una burbuja limitada a los estadios en San Petersburgo y Moscú. Esa burbuja contendría cinco lugares adecuados, pero con la suspensión de dos años impuesta sobre el país a nivel global por violaciones de doping, no sería políticamente aceptable de parte de la UEFA recurrir a Rusia como los anfitriones de apoyo para su torneo principal.

Apelar a la opción de una sola nación anfitriona sería el peor de los escenarios, sin embargo, y la UEFA se mantiene optimista con respecto a poder llevar adelante la Euro 2020 de la manera más parecida a su formato original como sea posible.

El tiempo dirá qué es lo que sucede, pero lo cierto es que se les está acabando el tiempo para poder definir qué hacer. El próximo martes faltarán 150 días para el arranque de su partido inaugural. El tiempo corre y hay que darse prisa.

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