En una emotiva y reducida rueda de prensa, Lionel Messi, visiblemente emocionado, explicó el proceso que ha desembocado su salida del FC Barcelona, y de una ciudad que definió como su casa.
Preguntado después sobre su hipotética llegada al Paris Saint-Germain, el astro argentino reconoció que es «una posibilidad», aunque aclaró que aún no tiene nada cerrado con ningún equipo.
Cuando Leo Messi llegó en el año 2000 al FC Barcelona, el club apenas había cumplido su centenario. El 28 de abril del año anterior la entidad había celebrado sus 100 años por todo lo alto. 80.000 personas en el Camp Nou para ver un Barça-Brasil con figuras de la talla de Rivaldo, Ronaldo, Luis Enrique, Pep Guardiola, Luis Figo o Patrick Kluivert. Todos ellos grandes estrellas del fútbol moderno.
Ninguno, pese a todo, a la altura de Lionel Andrés Messi Cuccittini, para muchos el mejor jugador de la historia del fútbol, un mago del balón, el gran icono de la historia del Fútbol Club Barcelona.
Ironías del destino, Messi se ha tenido que despedir de su club, de su ciudad, de su gente, en un acto menor.
Emotivo, sin duda, pero sin el sabor de la épica que se espera de la salida de alguien que ha marcado la historia de uno de los mejores clubes del fútbol mundial.
“Este es el momento más difícil de mi carrera deportiva. He tenido muchos momentos difíciles, muchas derrotas, pero esto no. Esto ya no vuelve, es el final en este club y ahora empieza una nueva historia”, afirmó visiblemente emocionado en la rueda de prensa el astro argentino.
El Covid-19 lo ha trastocado todo en el último año y medio. También la trayectoria de Messi en el Barça. El mal regir de la anterior junta directiva y la falta de aficionados en las gradas han mermado las arcas del club.
El nuevo presidente Joan Laporta prometió que haría todo lo posible para retener al jugador, pero el ‘fair play’ financiero de la liga española lo ha hecho imposible.
“Quiero agradecer el cariño de la gente, me hubiera gustado despedirme de otra manera. Poder hacerlo con gente en el campo, poder escuchar una última ovación. Tenerles cerca, festejar un gol, escuchar una ovación. Y me retiro de este club sin haberles visto durante más de un año y medio”, afirmó Messi, sin poder contener las lágrimas.
La despedida no entraba dentro de los planes de Messi
«El año pasado, cuando se armó el lío del burofax, estaba preparado, sabía lo que tenía que decir. Pero este año no. Estábamos convencidos de que íbamos a seguir aquí, en casa, era lo que más queríamos. Siempre sobrepusimos nuestro bienestar, estar en nuestra casa y disfrutando de esta vida en Barcelona, que es maravillosa», confesó Messi.
Los aficionados del Barcelona se reunieron el domingo en el Camp Nou para despedir a Lionel Messi
Los aficionados del Barcelona se reunieron el domingo en el Camp Nou para despedir a Lionel Messi Pau BARRENA AFP
«Hoy me toca despedirme de esto. Son muchos años acá, llegué siendo muy chiquito, con 13 años, y después de 21 años me voy con mi mujer y mis tres hijos catalano-argentinos. Esta es nuestra casa», añadió el argentino, que varias veces tuvo que secarse sus lágrimas con un pañuelo blanco que le había prestado su esposa Antonella Roccuzzo, sentada frente a él junto a esos tres hijos. Una imagen que demuestra que Messi, efectivamente, se está yendo de su casa.
Detrás de ellos, dos rostros que sin mediar palabra decían mucho de lo que supone esta despedida para el club. Junto al resto del plantel blaugrana, dos baluartes de la entidad como Gerard Piqué y Jordi Alba vivieron la salida de su capitán, de su compañero, de un amigo. Y Alba, aunque lo intentaba, tampoco pudo reprimir la emoción.
Fuente: france24.com