Alessandro Lombardi, presidente de la Cámara de Turismo de Carabobo, informó que la ocupación hotelera durante las vacaciones escolares, correspondientes al mes de julio y agosto, no fue la esperada.
Solo en algunos establecimientos la cifra llegó al 30 por ciento, en el resto se ubicó en 15 por ciento.
Entre los factores que impidieron la movilización de los temporadistas están: la pandemia, el 7+7, la falta de combustible y las fallas en los servicios públicos.
“Los hoteles en los actuales momentos no tienen la venta de su aforo completo, están ofreciendo solo el 60 por ciento de sus habitaciones de esta cifra el 30 ha sido ocupada”.
Destacó que antes para la temporada de vacaciones tenían por ejemplo 400 camas y su aforo era 60%. Esto es en Carabobo que tiene un turismo más corporativo de lunes a viernes.
“Esta cantidad no incluye posadas ni parques”.
Destacó que en Porlamar, que es una zona netamente turística, tampoco tuvo repunte en su hospedaje.
La autoridad de la Cámara explicó que las semanas radicales perjudican al sector porque es difícil planificar.
“Las aerolíneas tampoco están prestando el servicio de manera continua. Los vuelos están permitidos semana por medio”.
Planes recreacionales de las empresas
Igualmente, comentó que los planes recreacionales que realizaban las empresas, tampoco se efectuaron y aseguró que la limitante fue la escasez de combustible.
“Hasta que el Ejecutivo nacional no extienda las semanas flexibles, resuelva las fallas en los servicios públicos y la falta de combustible, el empresario turístico tendrá estas limitaciones”.
A su juicio, las vacaciones escolares de este año pasaron por debajo de la mesa para muchos. “Fueron pocas las familias que pudieron gozar de esta temporada”.
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