Los recientes debates en Alemania sobre la acogida de refugiados afectan los esfuerzos de reforma de la política de asilo europea, según declaraciones del ministro germano del Interior, Horst Seehofer, publicadas hoy por el dominical «Bild am Sonntag».
«Las posibilidades de un consenso volvieron a bajar por los debates de los últimos días en Alemania», dijo el político conservador, reseñó DPA.
«Muchos de nuestros vecinos me dicen: ¿por qué debemos participar si los alemanes se presentan una y otra vez como los campeones de la moral y de esta manera nos colocan bajo presión?», relató. Seehofer consideró que es difícil contradecirlos. «No debemos aparecer como el tutor de Europa, sino como socio», advirtió.
Tras una larga espera, la Comisión Europea presentará el miércoles nuevas propuestas de reforma, sobre las cuales deberán negociar tanto los socios de la Unión Europea (UE) como del Parlamento Europeo.
«Espero una propuesta concreta de la Comisión Europea, que haga todo lo posible para que hasta finales de año tengamos un consenso sobre la política europea de asilo», remarcó el ministro germano.
Seehofer se manifestó contra las críticas a la posición del Gobierno. «Debe dejar de despertarse la impresión de que solo tiene corazón quien está a favor de la acogida ilimitada, y quien aboga por una acción inteligente y reflexiva, limitando y controlando la migración, es un monstruo sin corazón», dijo.
«Puedo decirlo por todo el Gobierno alemán: Tenemos un gran corazón, pero no tenemos capacidades ilimitades de recibir refugiados», indicó.
Desde hace años que los países de la UE libran una dura lucha en materia de política de asilo. El quid del debate es la distribución de las personas que buscan protección.
El sistema actual representa una carga sobre todo para los países del bloque que tienen fronteras externas. Por esa razón, en otoño (boreal) de 2015 las naciones de la UE decidieron la redistribución de hasta 160.000 migrantes.
Pero Hungría, Polonia y la República Checa se opusieron de manera férrea a la medida. Desde entonces la grieta es cada vez mayor, a la vez que se reduce la disposición para acoger migrantes. Otros países prefieren enviar tiendas, sacos de dormir o mantas.
El devastador incendio en el campamento de refugiados Moria, en la isla griega de Lesbos, dejó más de 12.000 refugiados sin techo y desató especialmente en Alemania un debate sobre la acogida de estos migrantes.
La coalición de Gobierno formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), su rama bávara, la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) acordaron el martes recibir 1.553 refugiados procedentes de cinco islas griegas, que ya fueron reconocidos en Grecia como necesitados de protección.
Tomado de El Universal.
