(Por: Arnaldo Rojas)
.-Vivimos por imposición de los medios masivos de divulgación y las redes sociales una cultura del éxito y del miedo al fracaso. Deseamos tanto el éxito que, por asociación, hemos caído en la trampa de tratar de evitar su “opuesto”, el fracaso.
Como una respuesta a este modelo cultural neurotizante por la búsqueda de la perfección y el éxito, surge una interesante propuesta en los Países Bajos, El Festival Faal (Festival del Fracaso) que ofrece un antídoto lúdico. Se trata de un evento que celebra la imperfección y el fracaso como componentes comunes de la vida humana.
Organizado por el Instituto de Estudios sobre el Fracaso, la Universidad de Utrecht y TivoliVredenburg para jóvenes estudiantes y adultos, el Festival Faal se realizará entre diciembre y enero. Cuenta con una variada programación de conciertos musicales, exposiciones de arte y un cartel de ponentes que abordarán temas que van desde los cánones de belleza sociales hasta la influencia de las redes sociales.
El programa, que apuesta por la vulnerabilidad, incluye diversas actividades relacionadas con la aceptación del fracaso, lo difícil que resulta el éxito en un mundo altamente competitivo y también la participación de personajes famosos que aportarán sus testimonios de cómo metieron la pata y coleccionaron derrotas antes de llegar a la fama.
El festival propone diseccionar la cultura del espectáculo y proporcionar herramientas prácticas para contrarrestar las presiones sociales, promoviendo un enfoque más sano del fracaso, aceptándolo y aprendiendo a gestionarlo.
La iniciativa del festival nació a partir de una encuesta reciente del RIVM (Instituto Nacional Holandés de Salud Pública y Medio Ambiente) entre jóvenes de 15 a 25 años que reveló que están estresados y ansiosos. Uno de cada tres sufre problemas de salud mental, y el 47% se siente regularmente estresado o muy estresado, principalmente por la sobre exposición a las redes sociales, la obsesión por ser influencers o imitar a ricos y famosos o vivir pendientes de “la opinión de los demás”. Los resultados de esta encuesta podrían ser aplicables a cualquier lugar del mundo.
A propósito del tema de este festival, compartimos algunas consideraciones. Nos han enseñado a tener miedo al fracaso. Pero tenemos que aprender a cambiar esa mentalidad. Para llegar al éxito, resulta que necesitamos aprender a convivir con el fracaso, porque es donde más tiempo vamos a pasar.
Identificamos éxito con el camino adecuado, y no es así . El camino hacia el éxito se construye con un sinfín de fracasos. El éxito es lo que menos presencia tiene en el camino, es la consecuencia final, el resultado del camino. El fracaso es donde estamos mientras nos acercamos al éxito.
Dedicamos poco tiempo a pensar en el fracaso y a aprender a gestionarlo. La resiliencia es la capacidad de enfrentar una situación adversa. Es una habilidad que nos ayuda a enfrentar y gestionar el fracaso. Pero no es la gestión del fracaso en sí. Gestionar el fracaso no es solo resistir el hecho de haber fracasado. Es entender que no es una situación adversa, sino una parte más del proceso. No hay luz sin sombra. No hay éxito sin fracaso.