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El avance político del radicalismo

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(Por: César Guillen Citterio)

Es ya más que conocida la ancestral estrategia de los grupos radicales y extremistas bien sea religiosos o ideológicos, que suelen colocar a la población civil como escudo, para luego denunciar atropellos y abusos, que ellos mismos han propiciado, desde vehículos con explosivos hasta los conocidos túneles con armamento debajo de casas y hospitales, para luego denunciar el bombardeo. (Vietnam, Palestina, Siria, Irak, Líbano, Afganistán)  Luce agotado el tema de la recopilación de denuncias de abusos y violaciones de los derechos humanos contra estos degenerados, deben haber toneladas en la ONU.

Es alarmante la cantidad de muertos y heridos, incluyendo mujeres y niños, a causa del terrorismo islámico radical hasta la fecha. Estos grupos, estén donde estén, tienen los mismos objetivos. Los medios televisivos, así como articulistas de izquierda europeos y latinoamericanos, dan rienda suelta a sus frustraciones al exagerar sus ya conocidas declaraciones responsabilizando al mundo occidental de esta situación.

Con el apoyo y el financiamiento de una red de actividades ilícitas  internacionales, estos grupos incluyen ahora a los países latinos. Tienen muy poco interés en lo social o lo económico, sus fines son políticos. Esta perversa alianza criminal con el comunismo la une en sus profundas diferencias, un solo objetivo: destruir al mundo occidental, la democracia y las religiones no islámicas.

A todas luces, es un pastel de desesperados. Interesante sería ver cómo las liberales mujeres socialistas, los ahora de moda LGBTQ, los beodos y los enemigos de la religión cohabitan con una sociedad tan intransigente como la musulmana. Nuestra tierra mayormente cristiana y tolerante, se ha visto invadida por grupos islámicos y de los hechiceros de CUBA, cuya frustración emocional, es drenada a través del sincretismo religioso africano.

Son los fanáticos los que practican la lapidación y la horca de las mujeres y los homosexuales. Ellos son los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en milicias o terroristas suicidas.  Las democracias y sus mecanismos (ONU, OEA) están enfermos. Esto seguirá agravándose  porque el trasfondo no es solo religioso. El odio, el dinero y las armas acumuladas son sorprendentes.

Hay que insistir en la conformación de alianzas firmes en lo militar y de seguridad entre los países afines, no esperar una unidad total, hay países con intereses económicos comprobados, como los chinos en Afganistán. Hay que enfrentar el grave peligro de estos sistemas radicales, cuyo atraso es tan evidente que en Afganistán todavía mueren centenares de miles de niños por poliomielitis y tétanos. Inconcebible.

Muchos han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde. Ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único enemigo que cuenta: los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida. (Ideológicos y religiosos) ¡Alianza urgente entre los pueblos afines, fuera de la burocracia de la inerme ONU, si es necesario!              

César Guillen Citterio

FEDEPETROL-CARABOBO

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