Previous slide
Next slide
Previous slide
Next slide

¿Desesperanza aprendida?

Previous slide
Next slide
Previous slide
Next slide
Facebook
Twitter
WhatsApp
Pinterest
Pocket

(Por: Manuel Barreto Hernaiz)

“Seguimos en las mismas inútiles resignaciones… Es grave confundir la anestesia con la esperanza”._ *Camilo José Cela*

Para los psicólogos, la desesperanza aprendida es una especie de convicción presente en algunas personas, de que resulta inútil, o es imposible cambiar la realidad y que independientemente de las acciones que emprenda para cambiarla, las cosas se quedarán como están. “No se puede hacer nada”, “hagas lo que hagas siempre será lo mismo”, “no hay salida…”,  «ahora nos vienen con otra Consulta» …,  estos pensamientos son propios de la desesperanza aprendida. Esta sensación aparece cuando, por un motivo u otro, la persona sufre varios fracasos continuos en una lucha, lo que hace que se vaya mermando su energía para volver a intentarlo. Sentimientos de opresión, de desaliento, angustia, temor, desánimo y hasta desesperanza son el pesado lastre que ahora  nos paraliza como sociedad. Hoy nos hemos percatado cómo este régimen ha recurrido a su uso como estrategia para generar en los factores democráticos desmoralizarlos y evitar iniciativas resistentes a los abusos de poder, y sobre todo, a su necesaria organización.
Y algo que, como opositores nos ha complicado la lucha contra la perversidad instalada en Miraflores: el COVID y su peligroso acecho, lo que en nuestro país hace que pase de pandemia a Pandemónium.       Sin embargo, frente a  eso se impone romper el miedo, utilizar todos los elementos de bio- seguridad con los que podamos contar y seguir luchando. No hacerlo será dejarle el campo abierto al modelo de dominación que nos conduce por tan nefasta ruta. La pérdida de la actitud crítica, de la capacidad de protesta, resulta lo más nefasto para la sociedad actual. Por eso, de la capacidad de resistencia, de la rebeldía inteligente, de la imaginación crítica, dependerá salir de este prolongado marasmo.

Hemos acompañado a nuestro joven Presidente Juan Guaidó desde que asumió tan dura responsabilidad. Hemos visto y sopesado su indoblegable lucha, su tenacidad y perseverancia.  También hemos visto sus tropiezos y desaciertos, los cuales reconoce y busca afanosamente enmendar. Así como escuchó a la Conferencia Episcopal Venezolana cuando advirtió  que la abstención para el fraude electoral del 6D no bastaba, así ha escuchado a diversas organizaciones de la sociedad civil, encabezada por ANCO, y pronto le demostraremos al mundo nuestra voluntad de lograr el torcer el rumbo de esta tragedia que como Nación estamos viviendo, al participar entusiasta y masivamente en la Consulta.                   Ahora es cuando empieza el recorrido hacia la madurez política de nuestra gente, que viene actuando basándose en el conocimiento y la información sobre las condiciones en que tiene lugar la política y la relación con sus expectativas; poniendo más énfasis en las cosas que unen en vez de las que separan y tomando conciencia de su cuota de responsabilidad, para lograr transformar la cruenta realidad en que vivimos.

Es nuestro compromiso continuar en la lucha y no desanimarnos ante la dura realidad. Resulta lógico que aparezca el debate y el discernimiento entre lo relevante y lo superfluo sin dejarse seducir por el fatalismo. No podemos ignorar que forma parte de la condición humana no ceder ante las contrariedades, y buscar nuevas vías para salir airosos en el combate que se emprenden contra ellas.

*Manuel Barreto Hernaiz*

Te puede interesar:

Facebook
Twitter
WhatsApp
LinkedIn
Pinterest
Previous slide
Next slide
Previous slide
Next slide

Economía

Política

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE
Scroll al inicio