Uno de cada 5 niños y 1 de cada 10 adultos padecen de dermatitis atópica, por lo que es una de las enfermedades más comunes. De estas cifras, aproximadamente la mitad sufre de una forma moderada a grave de la enfermedad, según datos de un estudio realizado por un grupo internacional de expertos en 2021.
La Sociedad Nacional de Eccema de Estados Unidos (NEA, por sus siglas en inglés) explicó que “la dermatitis atópica es el tipo más común de eccema y afecta a más de 9,6 millones de niños y alrededor de 16,5 millones de adultos en los Estados Unidos. Es una afección crónica que puede aparecer y desaparecer durante años o durante toda la vida y puede superponerse con otros tipos de eczemas”.
Durante años, los especialistas en dermatología y alergias se encontraban en un callejón sin salida al intentar ofrecer soluciones efectivas a estos pacientes. Los tratamientos disponibles no eran del todo eficientes, presentaban toxicidad o no eran adecuados para tratamientos prolongados. Sin embargo, el panorama ha cambiado. En el contexto del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, que se celebra este 14 de septiembre, expertos en el área resaltaron los avances y dieron a conocer lo que significa convivir con esta condición.
Es cierto que hoy contamos con mejores herramientas para controlar esta enfermedad en los casos más complejos, pero todavía tenemos que trabajar los pacientes, los médicos y la comunidad en su conjunto en reconocer adecuadamente, y otorgarle la trascendencia que se merece, al verdadero impacto que esta enfermedad tiene en la vida de los pacientes, porque a veces este se invisibiliza, aunque atraviesa toda la realidad de una persona y de sus seres queridos. Esto es lo que los pacientes nos refieren todos los días en el consultorio”, afirmó el doctor Claudio Parisi, reconocido en el campo de la Alergia e Inmunología y ex líder de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).