Las concreteras de Carabobo pertenecientes a la Industria de Cemento de Venezuela se mantienen paralizadas.
Orlando Chirinos, presidente de la Federación de Trabajadores, aseguró que los equipos móviles de las instalaciones no funcionan y el patrono no ha realizado las sustituciones pertinentes.
Además, existe un proceso de desvalijamiento. “Solo están quedando los espacios vacíos y sin personal”.
La situación ha hecho que un 20 por ciento de la nómina ya no esté laborando. De este porcentaje unos fueron suspendidos y calificados sin razones, mientras que otros renunciaron porque no pudieron seguir soportando el precario salario que devengan y la falta de condiciones laborales, porque están ejerciendo en situaciones de riesgo.
Aumento no se ha concretado
El dirigente señaló que hasta el momento no se ha concretado el nuevo aumento salarial.
“Los contratos colectivos desaparecieron y ya no se efectúan ajustes semestrales. También nos quitaron algunos beneficios, el ticket de alimentación, la comida nocturna y el tiempo de viaje, que nos ayudaba”.
Manifestó que el actual patrono es el peor que ha tenido la Industria del Cemento, porque la ha llevado a una crisis jamás vista.
La producción está por debajo de un millón de toneladas métricas anuales, cuando la capacidad era de 10 millones.
“No han tenido la voluntad política para reactivar la empresa ni para acercarse a los trabajadores”.
Chirinos pidió al mandatario Nicolás Maduro abrir una investigación sincera para que se descubra que está pasando con la industria. “Deben cambiar la junta directiva”.
