La sólida relación que tenían desde pequeños los príncipes Guillermo y Harry, que se intensificó a raíz de la trágica muerte de su madre, ha ido resquebrajándose en los últimos años. El duque de Sussex fue el primero que reconoció que su hermano y él había tomado “caminos diferentes” y el duque de Cambridge aseguraba tiempo después que: “He abrazado a mi hermano toda la vida y ya no puedo hacerlo más”. Con la marcha de Harry y Meghan del Reino Unido, el distanciamiento no solo ha sido físico, sino también emocional. Aunque el 36º cumpleaños del hijo pequeño de Carlos de Inglaterra ha hecho que ambos acerquen posturas.
Desde que los Sussex se mudaran de Canadá a California, los Príncipes están “hablando más que antes”, según señala la experta en realeza Katie Nicholl. Parece que cambiar de país ha sido bueno para la relación de ambos, aunque pasará bastante tiempo hasta que los dos Duques pueden volver a verse de forma presencial, se espera que coincidan en Navidad.
Tomado de Revista Hola.