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CLEOPATRA La última reina de Egipto

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La civilización egipcia, una de las más poderosas y emblemáticas de la Historia, se prolongó durante más de 3500 años. Vivió épocas de auge y grandeza cuando se construyeron las pirámides y se consolidó su sistema político, cultural y religioso. Pero luego llegaron etapas de decadencia, su prosperidad fue mermando, y aquel resplandor de otros tiempos se fue apagando.

Ese Egipto ya en declive es el que Alejandro Magno invadió en el 332 a.C. y lo anexó a sus dominios. Cuando Alejandro muere, sus generales se repartieron el inmenso imperio que él había reunido. Uno de ellos, Ptolomeo, tomó el territorio de Egipto, nombrándose faraón como Ptolomeo I, e iniciando la dinastía ptolomaica. En los trescientos años que duró ésta dinastía, convivieron dos culturas, la egipcia faraónica y la helenística traída por los invasores. Los ptolomaicos no adoptaron el idioma egipcio, pero sí sus costumbres y tradiciones, y se hacían coronar faraones a la usanza egipcia. El incesto era algo aberrante para los griegos, no así para los egipcios. Los faraones ptolomaicos, para garantizar la pureza de la sangre real, se casaban con sus hermanas. Muchos casamientos de ésta índole se dieron a lo largo de esos tres siglos, paradójicamente, ocurrieron también muchos  fratricidios para quedarse solos con el poder.

Cuando Ptolomeo XII murió en 51 a. C., su hija Cleopatra se convierte en reina. El momento histórico de Cleopatra, dista mucho cronológicamente de aquellos grandes periodos de esplendor de Egipto. Para darles una idea, su nacimiento en el año 68 a. C., está más cerca en el tiempo del año 2021 actual, que del año  2528 a. C. cuando se terminaron de construir las primeras pirámides.

Cleopatra debió casarse con su hermano menor Ptolomeo XIII, y ambos gobernaron como corregentes. Al poco tiempo, como era de esperarse, entraron en disputa y se inició una guerra civil. Cleopatra sabía que la única forma de mantener su reinado era contando con el apoyo de Roma.

El Imperio Romano ya dominaba el Mediterráneo, pero mantuvo a Egipto como un estado vasallo, y era Roma, a su conveniencia, quien sostenía a un determinado faraón en el poder.

Coincidentemente, los dos hombres más poderosos de Roma, también  se enfrentaban en guerra civil.  Julio César y Pompeyo luchaban entre sí. Julio César vence a Pompeyo en batalla, y éste huye y se refugia en Egipto, y hasta allá va Julio César a perseguirlo. Se le presenta a Cleopatra entonces la oportunidad de acercársele y solicitar esa ayuda que tanto necesita.

Julio César se reúne con Cleopatra, y con su autoridad como cónsul de la República romana, intentó reconciliar a Ptolomeo XIII con su hermana; sin embargo, éste no aceptó las condiciones, se enfrentó a Julio César y murió en batalla. El general romano inició una relación sentimental con la reina egipcia de la que nació su hijo  Cesarión o pequeño César.

Esto causó un escándalo porque Julio César no tenía hijos varones, lo que significaba que Cesarión, un egipcio, podría eventualmente gobernar el Imperio. Julio César se había llevado a Cleopatra y a su hijo a Roma, alojándola en la Villa de César como reina vasalla. Estando allí, Julio César es asesinado por un grupo de senadores de la República en el 44 a.C. Cleopatra había perdido a su protector y sabía que su vida corría peligro en Roma, así que decidió regresar a Egipto, en donde ordenó el envenenamiento de su hermano Ptolomeo XIV y elevó a su hijo Cesarión como corregente.

En Roma se desató una nueva disputa por el mando del Imperio entre Marco Antonio y el hijo adoptivo de Julio César, su sobrino Octavio, quien fue su elegido para sucederlo. Octavio conforma, junto con Marco Antonio y Lépido, una dictadura militar conocida como el Segundo Triunvirato, y acordaron repartirse los territorios romanos.

Octavio se quedó en Roma custodiando la mitad occidental de la República y Marco Antonio viajó a Tarso (ciudad ubicada en lo que hoy es Turquía) para controlar las provincias orientales. Su intención era anexar nuevos territorios al Imperio para reafirmar su prestigio militar ante Roma. Para esa misión necesitaba de ejércitos, pero Octavio impedía sus envíos. Marco Antonio convocó a Cleopatra a una reunión, y se  dice que, para ese encuentro, la reina navegó hasta Tarso en su nave real, hospedando a Marco Antonio por dos noches, en su lujosa embarcación. Cleopatra se comprometió a proveerle la fuerza militar que necesitaba. Tiempo después, ella lo invitó a Egipto, y fue cuando iniciaron una relación amorosa de la que nacieron sus tres hijos: los gemelos Alejandro Helios y Cleopatra Selene II y Ptolomeo Filadelfo.

Para algunos historiadores, la pareja pasó a vivir una vida de lujuria y libertinaje en Alejandría. Marco Antonio se fue desentendiendo cada vez más de los asuntos de Roma. La alianza del triunvirato se rompe, Lépido es exilado y apartado de la escena, mientras que Octavio y Marco Antonio entraron en fuerte confrontación.

Octavio le declaró la guerra a Cleopatra, sus fuerzas invadieron Egipto, y aunque Marco Antonio y Cleopatra ofrecieron resistencia, fueron derrotados, lo que llevó al suicidio de Marco Antonio. Cuando Cleopatra se entera de que Octavio planeaba llevársela como prisionera de guerra, para exhibirla por las calles de Roma como trofeo, decide suicidarse, algo que popularmente se cree que hizo dejándose morder por un áspid (cobra egipcia).

Así terminó la vida de la reina más joven de Egipto y de una de las mujeres más famosas de la Historia. Muchas de las cosas que hoy sabemos sobre ella, fueron escritas por historiadores romanos, que la aborrecían, por lo que se presume, que  parte de su historia puede estar bastante sesgada. 

Mejores conceptos se consiguen de escritores árabes que se refieren a ella como una erudita y hablan de su astucia política, de su identidad y su legado para Egipto. Cuando se hizo reina a los 18 años, ya había desarrollado un atractivo irresistible, fruto de una intensa educación. Hablaba decena de idiomas y fue la primera Ptolomaica que le habló en egipcio a su pueblo.

Hollywood contribuyó a esa imagen que hoy tenemos de Cleopatra, cuando nos la presentó en sus películas, como una glamorosa «femme fatale», resaltando su belleza y su poder de seducción, cuando hay evidencias de que su principal atractivo fue su intelecto y su fuerte personalidad, y no su aspecto físico.

Lionel Álvarez Ibarra

Septiembre, 2021

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