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Asamblea Nacional

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(Por: Rubén Limas)

.- La actual Asamblea Nacional es el órgano oficial del Poder  Legislativo nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Fue electa el 06 de diciembre del año 2020, en un ambiente de altísima abstención, producto de las políticas erradas de la oposición venezolana, que trajo como consecuencia, que hoy el oficialismo sea mayoría en la Asamblea, cuando es una franca minoría en la calle. El gobierno tiene ratificado más del 80% de rechazo a sus políticas económicas y sociales y, eso se pudiera traducir,  sí fuese manejado con racionalidad política, en caudal de votos para el cambio que desean la inmensa mayoría de los venezolanos.

La fracción opositora de la Alianza Democrática cuenta tan solo con 20 diputados, los cuales hacemos de tripas corazones, para defender los intereses del pueblo de Venezuela. Pero aún así, es esta Asamblea y no ninguna otra, la legal y legítima, del Poder Legislativo; legisla, controla, audita, investiga al resto de los poderes y los ciudadanos fuera y dentro del país.

Dos cosas quisiera señalar aquí en este artículo de opinión. Primero, existe un grupo de personas que en un mar impresionante de contradicciones niegan la existencia de esta Asamblea Nacional, alegando que es ilegítima. Algunos de ellos que fueron diputados electos para el período 2015 – 2020, siguen autoproclamándose diputados a través de una fulana Comisión Delegada, que como todos sabemos tiene su definición, período de funcionamiento y sus tareas bien definidas en nuestras leyes y reglamentos venezolanos. Tal Comisión Delegada no existe en el marco jurídico del país. Pero a su vez, ese grupo de personas que se hacen llamar opositores, nos desconocen como diputados, pero a su vez pidieron participación en la conformación del nuevo CNE – que nosotros diputados electos 2021 – 2025 hemos designado.

No conforme con eso están pidiendo participación en el nuevo TSJ que esta Asamblea Nacional vigente, legal y legítima está por designar. A Ud. señor lector de mi columna le pregunto ¿Cómo se come eso? Ellos son los mismos que piden un diálogo para México, con integrantes de un gobierno que no reconocen, porque supuestamente es usurpador. Intentaron activar un Referéndum a Maduro para sacarlo de la Presidencia, pero dicen que es Juan Guaidó el supuestamente presidente interino ¡Bueno!  ellos son «Pardos» y se entienden.

La segunda premisa, sí tiene que ver con nuestra función en la Asamblea Nacional. Y es la observación que hacía hace poco en mi intervención en la sesión plenaria del pasado jueves 24 de febrero, a propósito de intervenir en mi derecho de palabra en uno de los puntos de la agenda del día. Es mi preocupación la discusión de leyes que realmente sean de interés del pueblo de Venezuela como son las leyes económicas que tanto estamos necesitando todos. Porque,  aunque es cierto somos un órgano por excelencia político, no son los temas políticos lo que ocupan hoy la atención del ciudadano. Aspiramos se le de celeridad por parte de la Junta Directiva de la AN a leyes como: Ley de Zonas Económicas Especiales, Ley de Propiedad Industrial, Reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología, o leyes sociales esperadas como lo son: Ley Organiza de Salud,  Ley de Universidades, leyes que apuntalen la tecnología de la información y las comunicaciones. En fin todas ellas dirigidas al desarrollo del país. Cuando nos toque gobernar este país a partir de 2025, no lo queremos hacer sobre ruinas, ni la extrema pobreza.

Venezuela requiere del mejor concurso nuestro, para superar la crisis actual que estamos padeciendo desde hace largos años atrás. Esas leyes pueden ser perfectamente el andamiaje para salir de este atolladero. Mi voto en este parlamento y mi iniciativa toda será para proponer esas leyes y otras más que nos ayuden a encontrar el camino extraviado en 1992. Queremos ver indicadores sociales y económicos que muestren una Venezuela en recuperación, en la que se le deje de echar la culpa a las “Sanciones” de todos los males que hoy tenemos. A este gobierno que tanto le gusta asimilarse a otros con los que habíamos tenido profundas diferencias ¿Por qué no copian el modelo empresarial iraní, que a pesar de su bloqueo ha sabido posicionarse , esquivando las sanciones? Copiemos lo bueno, y legislemos para generar confianza e inversión, y dejemos la diatriba política para el 2024, cuando los venezolanos salgamos a votar.

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