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Algo no va bien, pero lo debemos acomodar

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Por Luis Antonio Hernández

“Estamos peor, pero mejor. Porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad”.

Esa frase de Cantinflas de sus “cantinfladas” nunca han dejado de ser ciertas.  Y, aunque usted no lo crea cualquier semejanza con la realidad venezolana, pareciera ser sólo coincidencia.

La política centrada en las posturas personales que afectan en la actualidad a nuestro país, sencillamente son incomprensibles, porque han generado un completo alejamiento de la sociedad a la participación activa en los problemas que le aquejan. Venezuela gira a su discreción y la política del bien retrocede.

La realidad genera un desánimo colectivo en la viabilidad de un cambio en la vida económica, social; por ello, la gente busca desentenderse de la política. Aunque el costo sea la ausencia total en la toma de decisiones

Más allá de las posturas y las opiniones personales, este país se puede levantar con acciones, si sabemos que algo no va bien, pero lo debemos acomodar, adelante.  Las alianzas son excelentes, aunque no desde la comodidad de una crítica. Venezuela necesita que una generación entera deje sus diferencias e inicie en una sola voz, es decir, unida,  la lucha por el futuro de nuestro país.

No dejemos de creer en nuestra tierra de luchadores inagotables.

Ahora bien esto que planteamos ¿Es fácil? No. Definitivamente es un proceso largo y difícil. Sin embargo, se debe construir con mucho trabajo honesto y a tiempo completo.

¿Qué hacer hoy para un mejor mañana? Sembrar y hacer resurgir el sentimiento de pertenencia por nuestra Venezuela. Es hora de verla como un objeto comercial por el cual nos debemos sacrificar, aunque sobre todo, verla como nuestro hogar.

No podemos controlar en qué época nacemos o en cual generación nos va tocar vivir. Más sí podemos elegir  como vamos a influir en nuestros hijos quienes serán parte de una nueva generación.

Humildemente de corazón y desde el puesto de trabajo que el Dios de mis padres nos prepare, lo aceptamos con entusiasmo nacionalista. Dando hasta el último átomo de energía por un mejor país, nuestra gente. Todos somos responsables del futuro.

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