Alejandro Sanz y Raquel Perera acaban de firmar el documento oficial por el que ya no son marido y mujer. En este ambos se ponen de acuerdo en los aspectos importantes de la crianza, la custodia y el régimen de visitas de sus dos hijos, Dylan, de nueve años, y Alma, de seis. La exmujer del cantante ha decidido regresar a España por el bien de sus hijos, para que Alejandro pueda ver y disfrutar de los niños con total flexibilidad.
Para Raquel, ha pesado mucho el hecho de que, si se quedaba en Miami, sus hijos, Dylan y Alma, no podrían crecer cerca de su padre. Es una nueva etapa para la empresaria en España: nuevo estado civil, nueva casa, nuevo colegio y nuevos amigos para sus hijos. El cantante de Corazón partío, que reside en Madrid desde hace un año junto a su nueva pareja, la artista cubana Rachel Valdés, podrá ver a Dylan y Alma con total flexibilidad.
El fin de la guerra
El acuerdo pone punto y final a un largo proceso que comenzó hace un año, cuando ambos comunicaron de manera simultánea su separación. El pasado 15 de abril, Alejandro presentó la demanda de divorcio en Pozuelo de Alarcón, Madrid, sin previo aviso y de forma unilateral. Poco después, Raquel, dispuesta a luchar por lo que consideraba justo, presentó su demanda, en Miami. La expareja no lograba ponerse de acuerdo en estos meses sobre los montos económicos de la manutención de sus hijos ni en la compensación para la empresaria. Ahora finalmente han alcanzado un acuerdo, firmando así la paz.
Con información de Revista Hola.